Irak, un año después

EL PRIMER aniversario de la invasión de Irak ha estado una vez mas teñido de sangre después de que los terroristas volaran literalmente un céntrico hotel y un edificio de viviendas de Bagdad provocando de una treintena de muertos. El tiempo transcurrido no ha sido suficiente para resolver el mayor de los problemas desde la caída del régimen de Sadam Huseín: el de la inseguridad. Mientras las cosas sigan así será imposible hablar de normalización y el riesgo de guerra civil lejos de alejarse se acentúa. Está claro que el terrorismo islámico ha situado a Irak en su punto de mira y con este tipo de hechos ,cada día mas sangrientos y mas frecuentes, se aleja minuto a minuto la posibilidad de que los iraquíes puedan recuperar la soberanía y que ese país camine hacia la democracia. Las ultimas tensiones que han rodeado a la firma de la llamada ley básica provisional han dejado al descubierto las dificilísimas relaciones entre las etnias que conviven allí. La mayoría chii que es el 60 por ciento de la población, los sunnies que lideraron el anterior régimen y los kurdos mas minoritarios. Lo que está claro es que en el año transcurrido desde la ocupación Bush con la ayuda de los aliados no ha podido hacerse con la situación que se ha convertido en una patata caliente para sus pretensiones electorales. Ahora con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la Moncloa y su deseo de que las tropas españolas regresen a casa, España se sube al carro de la mayoría de los países europeos, con Francia y Alemania a la cabeza, contrarios a la guerra y la ocupación, dejando cada vez mas sólo a EE.UU. Sadam Huseín está preso, su régimen ha caído pero su país sigue en una dramática situación. Esta guerra ha servido para que Occidente esté más dividido y amenazado que nunca como desgraciadamente se ha demostrado el 11-M y muchos seguimos teniendo la sensación de que se ha puesto a los iraquíes en un autentico callejón sin salida.