EN BLANCO
Saber perder
ES MÁS importante saber perder que saber ganar: esa es la moderadísima respuesta del PSOE, en boca de José Blanco, a las incalificables alusiones de Aznar en su discurso del día anterior ante la Junta Nacional del PP, cuando decía que el PSOE cedía ante el terrorismo y deslegitimaba su triunfo del 14-M, achacándolo a horribles maniobras de los socialistas y de la cadena SER -que no mencionaba por su nombre pero que sólo un tonto podría dudar de que a ésta se refería-. En el desayuno del Fórum Europa, de Nueva Economía y Europa Press, José Blanco, secretario de organización del PSOE, podría haberse sumergido en la vorágine de repetirles cómo nos castigaron durante esos cuatro días estremecedores, pero se limitó a decir la frase del comienzo de esta columna. Es evidente que la moderación y la bonhomía de que los dirigentes socialistas hacen gala es consecuencia de una estrategia conscientemente querida y dirigida por el presidente electo. El gran berrinche de la derrota parece que les impide ver y asumir las verdaderas causas de la misma. En el fondo, los socialistas deberían estar encantados de que sigan así, porque eso significaría que no van a corregir los espeluznantes errores que les han llevado a la postración. Se están pasando tanto que creo que estamos entrando en territorios antidemocráticos. Les recuerdo que tampoco aceptaron la anterior derrota, la de 1993. Once años después, peor todavía. Sigo pensando que Rajoy, en lugar de sumarse a ese carro, lo que debería de haber hecho es huir de él con toda su alma. Pero ya estoy harto de jugar al redentor. El caso es que nos han amargado hasta el funeral de Estado por las víctimas, que ha sido otra vez como a ellos les ha dado la gana y en el que se han saltado el hecho de que un montón de los muertos del 11-M no eran católicos.