León monta en tren

CASI me quedé ronco de tanto vocear desde este «balcón del pueblo» que las cuestiones vitales para León a corto plazo pasan por Renfe y el tren. El proyecto de integración cambiará a la ciudad y tendrá repercusiones excepcionales en los municipios de Onzonilla y San Andrés del Rabanedo. Hay un antes y un después a la materialización del proyecto. Alerté con insistencia sobre lo que estaba en juego. El corregidor de León, Francisco Fernández, recogió el guante y ha comenzado a poner los andamios. Anteayer se reunió con el presidente de Renfe, Miguel Corsini. Al hilo de los nuevos vientos que soplan sobre España, con Rodríguez Zapatero como próximo inquilino de La Moncloa, el alcalde escuchó palabras mágicas, grandes promesas. Todo fueron promesas. Las condensaré en seis puntos: 1) Traslado de la estación. 2) Soterramiento de las vías a su paso por la ciudad. 3) Llegada del Ave a León en la misma fecha que a Valladolid, y en todo caso, antes del 2008. 4)Traslado de los talleres y construcción de los nuevos en León. 5) Potenciación de esos talleres con nuevas especialidades de altas tecnologías y construcción de parte de los nuevos trenes, con la triplicación de la plantilla actual. Y 6) Mantenimiento y potenciación en León de la dirección y gestión de Renfe para el Noroeste, incluido también el Ave. Estos seis objetivos, que deben cumplimentarse sistemática mente, resultan de tal complejidad y envergadura, que forman parte de una de las principales decisiones políticas que afectarán al León del futuro. No se trata de desconfiar ni de Renfe ni del Ayuntamiento, aunque sobran motivos para huir, como los gatos, del agua hirviendo. Al anterior corregidor, Mario Amilivia, y a su lugarteniente, Cecilio Vallejo, les adularon los oídos muchas veces, pero no dieron el paso al frente. El presidente de Renfe también lo ha hecho con Paco Fernández. Ahora, creen, va a en serio. Sería la gran noticia. Una cuestión tan importante requiere una participación en el diseño y en el seguimeinto de toda la sociedad leonesa. Ya sé, ya, que existe el consorcio «León, Alta Velocidad», en la que participan Fomento, nacional y regional, Renfe, los ayuntamierntos de León y de San Andrés del Rabanedo y la Secretaría de Estado de Infraestructuras. Sin embargo, como ya apunté hace meses, debe formarse una comisión que, además de exigir la puesta en marcha inmediata, controle los efectos principales y secundarios de todos los proyectos. Una comisión en la que deben participar los ayuntamientos de León y limítrofes, la Universidad, Cámara de Comercio, sindicatos, patronal y las empresas privadas que en León trabajan para Renfe, algunas de las cuales son muy importantes. No debe olvidarse. Sólo con un grupo de trabajo así, potente y bien estructurado, puede abordarse con garantía unos proyectos con tantas consecuencias económicas, urbanísticas, tecnológicas y de creación de puestos de trabajo como las que están en juego.