La resolución

NO DEJA de sorprender la prontitud con la que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, le ha ofrecido al próximo presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, la posibilidad de propiciar una nueva resolución de la ONU que satisfaga las exigencias españolas y permita la continuidad de nuestras tropas en Irak. Una resolución que, en buena lógica, debería estar respaldada, a todos los efectos, por países como Francia y Alemania, lo que serviría para distribuir racionalmente los protagonismos. Una resolución que, merced a un amplio consenso con los iraquíes, sea capaz de dejar atrás el concepto de ocupación y que ponga el acento en lo fundamental: en recomponer pacíficamente un país cruelmente lacerado tanto por Sadam como por el aventurerismo occidental. ¿Esa ésa una resolución imposible?