Teoría del sector crítico

SEGÚN cuentan los que están más al loro, a la UPL le ha nacido un sector crítico, cosa que a menudo es considerada como un grano en salva sea la parte. En consecuencia, los leonesistas procuran disimularlo a base de pomadas y vaselina, mientras populares y socialistas preferirían que se les infectara, viendo cómo se rasca De Francisco los picores de Joaquín Otero o de Herrero Rubinat, entre otros líderes del partido. No es para tanto. Los sectores críticos son en política como el sarampión, que todos tienen que pasar para alcanzar la madurez. PSOE y PP también se rascaron a conciencia en su día, cada vez que perdían tal o cual gobierno o elecciones, de modo que, si ahora le toca a la UPL, será igualmente por los últimos resultados electorales, les auguran tiempos no precisamente de vacas gordas para las próximas. Es fácil diagnosticar este tipo de forúnculos, sea cual sea el partido que se rasca. He aquí el proceso: primero, nace «equis» grupo con vocación de conquistar el poder y, como no hay nada que repartir, todos son una piña; segundo, cuando se alcanza el poder la piña sigue intacta, porque da para todos; y, tercero, al perder las siguientes elecciones aparecen, por un lado, los oficialistas (gente que ha conseguido salvar algo de la quema, aunque sea un modesto puesto de alcalde de pueblo) y, por otro, los críticos (aquellos que se quedaron a dos velas). Es también frecuente en política que, cuando el perdedor convoca un congreso para reorganizar el partido y lamerse las heridas, los críticos le echen la culpa a los oficialistas y ganen la votación, en cuyo caso los primeros pasan a ser oficialistas y los segundos críticos. Toque madera Mariano Rajoy. Volviendo a la UPL, en un grupo siempre febril y que en los pactos parece que tuviera el baile de San Vito, es difícil diagnosticar todavía si el dichoso forúnculo le va a salir a De Francisco o a los otros. Por antecedentes clínicos uno sólo puede afirmar que el único que ha pasado el sarampión es el primero, si bien de muy mayor, cuando iba con el ex alcalde Morano. En cuanto a los otros, lo de rascarse y pactar luego, todo es empezar.