TRIBUNA
En defensa de la identidad leonesa
EL 31 DE MARZO fue un día triste, la UPL fue la única formación política capaz de defender la identidad de León en el pleno de la Diputación Provincial y de mantener una postura coherente frente a la imposición de la Fundación Villalar a los leoneses por parte de la Junta de Valladolid. Sólo la Unión del Pueblo Leonés solicitó que se tratara de urgencia una moción en la que se exigiera a la Junta que se eliminara cualquier referencia de León y de lo leonés de los objetivos de promoción de la Fundación Villalar. Eso es lo que aprobó la Diputación en septiembre de 2003, al asegurar PP, PSOE y UPL que la institución provincial no apoyaría la fundación comunera por entender que no representaba a los leoneses. He sentido vergüenza como leonés al comprobar que el PP se negaba a tratar en el pleno del día 31 este asunto como si fuera de urgencia y que el PSOE se abstenía, un día después de que Juan Vicente Herrera llamara al impulso final de la Fundación Villalar, rechazada por estas formaciones en León. Es muy triste comprobar que no se considere urgente poner de manifiesto lo acordado en el pleno de la institución provincial el año pasado: que la Diputación no se siente representada por esta fundación de sentimiento artificial que pretende convertir a los leoneses en castellanos y a los castellanos en leoneses por imposición de Valladolid. Vergüenza sobre todo porque el próximo pleno ordinario de la Diputación se producirá después del día en que algunos celebran la anexión de León por Castilla conmemorando una derrota militar. Con la actitud del PP y del PSOE de León, nada se puede hacer para impedir una vez más la desaparición de lo leonés frente a lo castellano. Tanto PP como PSOE son víctimas y rehenes de sus partidos en Valladolid, tanto de Juan Vicente Herrera como de Ángel Villalba, verdadero padre espiritual de la Fundación Villalar y eso que es leonés de nacimiento. Esto muestra una clara contradicción, ya que ante la noticia de que la Junta va a poner en marcha la Fundación Villalar no apoyan sus propias decisiones. PP y PSOE dejaron claro antes de las elecciones en los plenos de varias instituciones leonesas que León no tenía nada que ver con esa fundación financiada por los intereses de Valladolid. Por tanto, lo propio sería exigir a la Fundación Villalar que retire cualquier referencia de León y los leoneses con respecto a sus objetivos de promoción de sentimiento autonómico, que es lo que solicité en el pleno de la Diputación. Ninguna institución o entidad leonesa la apoya y otras, como el Ayuntamiento de León y la Diputación Provincial, se han mostrado en contra de ella. Si no hay ninguna institución leonesa que la sustente, lo lógico es que entre los objetivos de la Fundación Villalar no haya referencia alguna sobre la defensa de lo leonés. Por otra parte, desde la UPL también tenemos que denunciar el boicot continuo del PP y el PSOE a la Fundación Cortes de León, impulsada con sus votos en la Diputación Provincial, que no sólo no dan una respuesta sobre la intención de Juan Vicente Herrera de imponer Villalar a los leoneses sino que con su actitud no dejan claro a la Junta de Valladolid que el leonés no se siente castellano. Con ello impiden que la Fundación Cortes de León pueda ser tratada de igual manera por la Junta que la Fundación Villalar, que recibirá un millón de euros anuales de la Junta de Valladolid para llevar a cabo sus fines. No ocurrirá lo mismo con la fundación leonesa. En todo esto se podría ver incluso hasta una supuesta malversación de fondos públicos, ya que la Junta destinará el dinero de los contribuyentes para que una fundación grandilocuente intente convencer a los leoneses de que son castellanos y a los castellanos de que son leoneses. Están tirando un dinero que bien podría servir para los pueblos, no para intentar convencer a los ciudadanos con imposibles o para pagar con dinero la eliminación de la historia de España de la identidad de la región de León. Eso es lo que llevan haciendo sin oposición algunos supuestos castellanistas desde antes de la democracia, eso es lo que el PP y el PSOE de León permiten que ocurra con su actitud equidistante a este problema. El PP y el PSOE demuestran con su actitud contradictoria que han esperado a que pasen las elecciones para mostrar su verdadera cara. Por desgracia para los leoneses, los jefes del PP y el PSOE en Valladolid han puesto firmes a sus chicos de León y han vuelto a conseguir que sean los representantes de León los que vuelvan a rendir los intereses leoneses a los de Valladolid. Están riéndose de las expectativas que generaron en los leoneses y sus votantes al apoyar la Fundación Cortes de León frente a la de Villalar. Si la Junta quiere realzar los sentimientos leoneses, podría mirar hacia el 4 de mayo de 1984, cuando los ciudadanos de León salieron a la calle en defensa de su futuro autonómico. Si desde Valladolid quieren conocer de verdad cuál es la opinión del ciudadano leonés sobre la autonomía, que tengan al menos la vergüenza democrática de impulsar un referéndum para conocer su opinión al respecto. A partir de ahí debería actuarse, tras escuchar la voz de la ciudadanía y no con fundaciones que sólo servirán para colocar en un puesto de confianza a aquellos que harán que la identidad de León desaparezca un poco más del mapa y de la historia de España.