EN EL FILO
Zapatero elabora el discurso
CUENTAN en fuentes dignas de crédito que Rodríguez Zapatero se ha quitado de la circulación estos días y que, en un lugar retirado y tranquilo, está elaborando el discurso de la sesión de su investidura presidencial del próximo quince de abril. José Luis Rodríguez Zapatero suele solicitar papeles a sus colaboradores, pero en ocasiones como ésta, prefiere darle su tono personal, y a eso se está dedicando, según las referidas fuentes. ¿Qué dirá Zapatero? Hay quien ya le adivina contenidos inevitables o imprescindibles: hablará de su cambio tranquilo, hará referencia a la unidad territorial de España pero dejando abierta la posibilidad de reformas estatutarias y constitucionales, hará referencia expresa al Plan Galicia, habrá algunos guiños presidenciales a los jóvenes por cuyos votos, con bastante probabilidad, se produjo el vuelco electoral y alcanzó la presidencia del Gobierno con derecho, claro está, al inquilinato de la Moncloa... Qué duda cabe, hay extraordinaria expectación por lo que diga o lo que deje de decir Rodríguez Zapatero en su primer discurso presidencial propiamente dicho. Los analistas, los políticos, irán tomando buena nota de esas presencias y ausencias. Algunos de ellos incluso están pendientes de lo que diga o calle para emitir un voto positivo, negativo o una abstención, pero ya se han hecho suficientes estimaciones para concluir que, sin necesidad de que diga nada especial que contente y satisfaga a algunos grupos nacionalistas, el programa electoral con el que se ha presentado tiene contenidos suficientes para contentar a casi todos. Por ejemplo, las tres reclamaciones de Ezquerra: que apoye la reforma del estatuto que dé a luz el Parlamento catalán, que retire el Plan Hidrológico Nacional y que instaure otra forma de gobernar distinta a la antipática que mantuvo en su etapa el ya anunciado profesor Aznar... En cuanto a José María Aznar, en efecto, y una vez anunciada la tarea que le espera en su siguiente actividad, como profesor en la universidad americana de Georgetown, también va a tener necesidad de apuntes y anotaciones para explicar su asignatura favorita, la conexión trasatlántica de Estados Unidos y la Unión Europea, mediante el vínculo OTAN. ¿Se ganó a pulso José María Aznar esa plaza universitaria americana? Es probable que así sucediera si los americanos tienen en cuenta, sobre todo, la implicación del Gobierno, pero no del pueblo español, en la guerra de Irak. He tenido oportunidad de leer algunos comentarios que ha suscitado la noticia de sus futuras lecciones de historia reciente. Y me confirman en mi sospecha de que ha estado muy lejos de salir por la puerta grande, e incluso que, pasado un tiempo, recuperará un lugar de relieve en la historia reciente de nuestro tiempo. Dependerá de quién elabore y redacte ese trozo de historia, pero, a simple vista, no lo tiene precisamente fácil: Durante su mandato quiso acabar con ETA. Y el otro terrorismo, el de Al Qaida, le puso el broche trágico de casi doscientos muertos. Quiso que España se integrara en el grupo de los ocho países más industrializados. Pretendió que Tony Blair firmara un acuerdo que concluyera con la situación colonial de Gibraltar. En materia económica han sido varios los buenos datos, pero por ejemplo tampoco consiguió controlar la inflación, y mucho menos la inmigración. El Plan Hidrológico Nacional (PHN) que dejó iniciado ha merecido algunas críticas de las autoridades comunitarias y será difícil que progrese por la falta de un mínimo consenso entre las regiones afectadas por la distribución del agua, Cataluña y Aragón por un lado y Levante y Murcia por el otro. En cambio, sé es cierto que se ha avanzado sustancialmente en infraestructuras, gracias a las aportaciones de fondos comunitarios. Pero no ha sido posible cumplir los plazos para la puesta en marcha del segundo AVE, Madrid-Lleida-frontera francesa.