Sendero de perdición

MALA RUTA la emprendida por la cúpula del Partido Popular. Están tan dolidos por la pérdida del poder que todas sus palabras y acciones respiran por la misma herida. Metieron a España en la guerra de Irak sin consultar al Parlamento y ahora se quejan de que el nuevo Gobierno haya dado la orden de repatriar a nuestros soldados.En ése sentido la llamada de Aznar a Bush es una muestra de hasta dónde puede llegar la ceguera política que provoca el rencor ¡Menudo favor le ha hecho su amigo Bush revelando la conversación! Nos ha permitido conocer la estatura de su resentimiento y al tiempo, la doble vara de medir de quien durante años nos estuvo aleccionado acerca de lo que era o dejaba de ser el patriotismo. Mal camino ha elegido para ser recordado por los españoles. Alguien debería decirle que el problema no lo crea el presidente Zapatero al cumplir un compromiso electoral y ordenar el repliegue de las tropas porque el verdadero problema fue obra suya al implicar a España en una guerra que no contaba con el respaldo explícito de las Naciones Unidas y provocó el rechazo de la mayoría de los españoles primero en las encuestas y despúes en las urnas. Digo que alguien debería decírselo porque como siga por esa senda el PP también se estrellará en las elecciones de junio. O Rajoy establece distancias con el análisis aznarista de la realidad política española, o, a mi modo de ver, va camino del desastre. Si no se han entendido que la sociedad española (incluidos muchos votantes del PP) está en contra de la aventura trágica emprendida por los norteamericanos en Irak, es que no han entendido nada. Aznar tiene más pasado que futuro político aunque visto que ha salido del plató de la Historia con la luces apagadas, quizá aliente en su ánimo la tentación de volver. De ser así, devorará a los suyos.