LA VELETA
Como en el 82
A MÍ NO ES QUE me haga muy feliz eso de que vaya a ser sometida a votación parlamentaria la decisión del regreso de las tropas españolas de Irak. Ya dije que tal cosa no era necesaria porque algo ilegal e ilegítimo, como fue el envío de los soldados, se deja sin efecto y punto. Pero en fin, si se trata de quitar argumentos falaces al Partido Popular, pues bueno, el Partido Socialista sabrá lo que hace, pues perjudicar, no creo tampoco que perjudique. Más bien todo lo contrario, porque la votación va a ser unánimemente favorable, con la única excepción de los de siempre. Los mismos cuyo ex líder y no sabemos si todavía líder o de nuevo líder, se permite el caro lujo de cometer esa gran deslealtad antipatriótica de telefonear a George W. Bush para poner juntos a parir al presidente español por lo de las tropas. ¿No es el que acusó a otros de ir rumiando su rencor por las esquinas? Más vale que se ocuparan de sus propias carencias y adversidades, como ese hundimiento político y moral de un partido que no entiende lo que le ha pasado y que no hace otra cosa que dar palos de ciego desde la terrible derrota en las urnas del pasado día 14 de marzo. O como el terrible rechazo por el Tribunal Constitucional de los recursos contra la tramitación del plan Ibarretxe. O como el terrorífico lío del PP valenciano o el choque de trenes de la presidenta madrileña y el alcalde de la capital. La pérdida del poder es lo peor para la derecha española, que ya lo había patrimonializado ¿Y no es maravilloso también el cese fulminante de Jesús Cardenal como fiscal general del Estado, digo del Gobierno del PP, y su sustitución por un hombre de la talla, la valía y la independencia de Cándido Conde Pumpido? A veces parece que está uno soñando. Fíjense bien los lectores y díganme si realmente no estamos empezando a vivir una etapa de desbordado entusiasmo general por el cambio parecida a la de 1982, con la diferencia de que entonces era antes de las elecciones y ahora es después de ellas. A algunos buenos amigos del Partido Popular les oigo decir que las elecciones europeas del próximo 13 de junio pueden ser un gran triunfo del Partido Socialista, lo que confirmaría esto que les digo de la nueva etapa de entusiasmo por el cambio.