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Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

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EL NUEVO Gobierno va cumpliendo sus promesas vertiginosamente, y sin derrapar en los ceses, a pesar de que ha decidido algunos a gran velocidad. Ayer cubrió el primer consejo ordinario de ministros la vacante producida por la destitución fulminante del anterior Fiscal General del Estado, Jesús Cardenal, a quien sucede el magistrado Cándido Conde Pumpido, progresista independiente y al que algunos miembros del último Gobierno de Felipe González no le profesan el menor afecto. Como magistrado de la Sala II del Tribunal Supremo, Conde Pumpido firmó sentencias de prisión contra ex altos cargos socialistas. Muchos ceses tienen morbo, y el de Urdaci y Cardenal han sido la crónica de dos destituciones anunciadas. Más importante, sin embargo, que su mutis forzado es el camino que despejan. El de la honestidad informativa, uno, y el de la independencia del Fiscal General respecto del Gobierno, otro. A Carmen Caffarel le espera la tarea de ir entrenando a RTVE como ente público independiente, a la espera de que el comité de sabios designado elabore el texto de una reforma, a aprobarse después en las Cortes, para que los medios informativos de titularidad pública no vuelvan a ser portavoces del Gobierno de turno. «Es el principio del fin de la televisión de partidos», dijo ayer la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega tras el consejo de ministros. Y para cumplir otra promesa, tan cumplidor se siente Zapatero, el consejo estudio un informe o, más bien, borrador del anteproyecto de ley integral contra el violencia de género, que aún requiere el estudio y dictamen del Consejo de estado y del CGPJ. El Gobierno va a meter prisa para que el anteproyecto pueda entrar en el Congreso antes de las vacaciones de verano. Según Fernández de la Vega, se trata, por un lado, de que mujer-víctima cuente con todo el poyo posible, con toda la cobertura social y legal para que se sienta