De Asturias al Bierzo

HACE UN DÍA de cristal en Asturias. Cuando el Principado exhibe con rotundidad un cielo sin una mala nube y un sol radiante, es imposible sustraerse a su belleza verde y azul. La estoy disfrutando este fin de semana, en ese rincón mágico de Luanco, Candás, Bañugue y San Juan de la Arena, localidades a las que da besos de sal el mar. Huele a sidra y a marisco. Ya han florecido los manzanos. Los periódicos abanderan el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía y por un nuevo modelo de financiación, con doctrina del consejero de Hacienda, el leonés Jaime Rabanal. En el fondo late el orgullo de que Asturias no es menos que otras comunidades llamadas históricas. ¿Qué otros territorios tienen un órgano de gobierno más antiguo que la Junta General del Principado?. Pero no es ese el tema estrella . La gran estrella de Asturias, si se celebra un premio de fórmula 1 durante el fin de semana, es Fernando Alonso. Los ojos asturianos miran estos días al circuito italiano de Imola, donde hoy corre el piloto de Renault. Con la bandera azul y su Cruz de la Victoria, mientras escancian la sidra, no se pierden ni una imagen. Mientras almuerzo en el restaurante «Robus» (Luanco) una paella de marisco, dos parejas asturianas comentan con altavoces -siempre hablan a pleno volumen- que la potencia seminal desciende en el Principado. Según un estudio presentado por el andrólogo gijonés García Ochoa, los asturianos han perdido en los últimos quince años la mitad de su espermatozoides. Sin embargo siguen siendo muy machos. El dato científico nada tiene que ver con la fertilidad ni con el descenso de la natalidad. Su nivel seminal todavía duplica el aconsejado por la Organización Mundial de la Salud. La conclusión la defienden con ardor los dos varones, mientras ellas asienten con la cabeza y los cuatro dan buena cuenta de un centollo y unas fabes con almejas. Pero no quiero que se cierre la semana, y aunque sea a vuelapluma y desde la distancia, sin referirme a las recientes declaraciones del pesidente del Consejo Comarcal, Ricardo González Saavedra, contestadas por la que fuera presidenta del mismo órgano, la también socialista Rita Prada; por la presidenta comarcal de los populares, López Placer, y por Fernando Valcarce, del Partido del Bierzo. Mucho ruido. Ha pasado casi un año desde las elecciones locales y continúa la crisis política de definición del Consejo. González Saavedra no quiere admitirlo. Sigue sin reflexionar sobre qué debe hacerse y qué debe ser el Consejo. Quizá es que no lee al ilustre berciano César Gavela, quien hace unos meses diagnoticaba: El Bierzo está dejando de ser El Bierzo para convertirse en la comarca de Ponferrada. Yo mismo hice un análisis en parecidos términos al concluir el verano. Durante el último año se ha perdido la oportunidad de darle sentido a su propia existencia. Pero el asunto merece tratamiento exclusivo. Lo abordaremos desde este balcón el martes próximo. La tarde de hoy es mágica para disfrutar de Asturias. Mucho más que reflexionar sobre el presente y el futuro del Consejo. La excusa la darán por buena: no tengo a mano los datos.