EN EL 1º DE MAYO
Por la Europa Social
ESTE PRIMERO de Mayo, que celebramos bajo la conmoción de la masacre del 11 de marzo, tenemos muy presentes a las víctimas del atentado y a los familiares que todavía lloran su pérdida. Las gigantescas manifestaciones que se produjeron en toda España al día siguiente del cruel atentado y la masiva participación popular en los actos de homenaje han puesto de manifiesto la solidaridad de miles de hombres y mujeres. Tenemos en nuestro corazón a quienes todavía sufren las secuelas del atentado, a los que deseamos una recuperación pronta. Y recordamos también a los servidores públicos, los hombres y mujeres de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a los servicios de protección civil, al personal sanitario, a todos los empleados y personas anónimas que colaboraron para asistir a las víctimas, les damos las gracias por su colaboración y su ejemplo. A todos ellos, los sindicatos españoles, les expresamos nuestra solidaridad y reconocimiento. En momentos trágicos y difíciles la ciudadanía ha dado un ejemplo de serenidad en la respuesta al atentado, a la vez que ofrecía una lección de democracia con la masiva participación ciudadana en las pasadas elecciones del 14 de marzo. Esta celebración expresa, también, el más firme repudio al terrorismo. Los españoles padecemos desde hace largo tiempo la criminal actuación de ETA y a ello s suma ahora un terrorismo de enorme capacidad destructiva, de alcance global, que no tiene fronteras, contra el que todo el movimiento sindical europeo nos hemos unido en este Primero de Mayo. Los demócratas, los amantes de la paz, los que demandamos la justicia, enfrentaremos decididamente también esta amenaza con las armas del Estado de Derecho, con la voluntad colectiva de asegurar sobre bases sólidas una convivencia pacífica y constructiva frente a toda forma de terrorismo que amenaza la vida, la libertad y la democracia. En este Día Internacional del Trabajo nuestras manifestaciones por las calles de España, y en el resto de Europa, serán un grito a favor de la paz. La injusta e ilegal invasión de Irak por fuerzas militares enviadas por gobiernos, que esgrimieron pretextos falsos está causando miles de víctimas no sólo entre el pueblo iraquí también militares y civiles enviados a cumplir misiones en un territorio abiertamente hostil. Mientras, los señores de la guerra (y quienes los apoyan), que deberían estar allí para afrontar la situación cada vez más difícil que han creado y a la que no se le ve una salida clara a corto o medio plazo, sólo visitan el país invadido en fugaces, bien protegidas y publicitadas visitas. Nos sumamos al masivo rechazo que esta injusta guerra ha provocado. Pedimos, una vez más, el cese de la ocupación extranjera de Irak. En relación con los conflictos abiertos en el Próximo Oriente, el movimiento sindical a nivel internacional exigimos soluciones de paz negociadas y un papel determinante y reforzado de las Naciones Unidas en la búsqueda y la administración de soluciones. Por este motivo, apoyamos la decisión del nuevo Gobierno, tras su toma de posesión, de disponer el inmediato retiro de las tropa españolas. Celebramos especialmente su determinación de reconocer el papel de la mujer en la sociedad del siglo XXI y de luchar contra la execrable lacra de la violencia de género. En esta nueva etapa, los ciudadanos esperamos y demandamos un cambio, no sólo en la forma de gobernar, con diálogo y sensibilidad democrática, sino también en el modelo productivo, basado en mayor nivel de productividad, más empleos, seguros y de mayor calidad, inversiones en tecnología e investigación, educación y cualificación, y una política industrial activa, con capacidad de anticipación. Es preciso también que el Gobierno contemple el desarrollo de un Pacto por la Inmigración, que plantee una política migratoria eficaz desde el punto de vista de la integración social y laboral y no condene a la ilegalidad a la mitad de la población inmigrante. Sólo así España será capaz de conseguir un crecimiento sostenible y estable de la actividad económica y un mayor bienestar social para afrontar los retos que se plantean tras la ampliación de la UE. La ampliación refuerza la UE y abre nuevas oportunidades para el desarrollo económico y la mejora de las condiciones de vida de millones de ciudadanos que ya son europeos. Es realmente difícil, en cualquier caso, pensar en un nuevo orden mundial basado en la solidaridad y en la justicia sin una Europa fuerte y unida, con capacidad para contrarrestar la tendencia a las actuaciones unilaterales y el desprecio de los organismos internacionales de que hace gala la actual administración norteamericana. Las Naciones Unidas y la UE son dos actores imprescindibles para la elaboración de una estrategia de paz en el mundo. La aprobación de la Constitución será un paso igualmente trascendente. Así lo van a expresar, a propuesta de la Confederación Europea de Sindicatos los trabajadores en las manifestaciones que se van a celebrar este Primero de Mayo: la defensa de la Constitución y del Modelo Social europeo. Afortunadamente, el nuevo gobierno español ha anunciado un cambio radical de rumbo en esta materia por lo que deberá participar activamente en las negociaciones para tratar de aprobar la Constitución en este semestre, antes de las elecciones europeas. Por lo tanto, creemos que, pese a los difíciles momentos que hemos vivido y a las amenazas que se presentan sobre el futuro, hay un margen para la esperanza de un mundo mejor. A esa esperanza apostamos con decisión en este día.