Bush y Blair, en lapicota
LAS REVELACIONES, que van en ascenso cuantitativo y cualitativo, de las torturas en Irak realizadas por las fuerzas de la coalición anglo norteamericana están poniendo contra las cuerdas al presidente Bush y al primer ministro británico. Aquél, que ayer envió a Rumsfeld a Bagdad, ha visto cómo su popularidad caía a mínimos históricos cuando ya se aproximan las elecciones. Blair podría incluso presentar su dimisión ante la evidencia de que puede arrastrar a su partido a la derrota.