AL TRASLUZ
Vencer sin derrotar
LEÓN acoge hoy un concierto mágico. La orquesta Nazareth, integrada por judíos, musulmanes y cristianos nos trae su maravillosa música, al claustro de la Diputación. El ciclo Música para la paz , presentado el pasado viernes por los concejales Evelia Fernández y Valderas, es una gran declaración ideológica, que no debe ser confundida con lo panfletario o partidista. Nada hay más ideológico que una programación por la hermandad entre razas, religiones y fronteras. La ideología, en su sentido más plural y ético, ha de ser nuestro escudo contra el ocio basura con el que se nos golpea desde las televisiones. Políticos y patrocinadores, como aquí se ha hecho, han de apostar por aquello que sea semilla de futuro; en definitiva, por lo ideológico¿ en dicho sentido no dogmático al que nos hemos referido. Nuestro horror por los atentados terroristas y la guerra nos obliga a ser mejores. La cultura nos ayuda a ello, a vencer sin derrotar. La música, un poema, un cuadro no pueden impedir una guerra¿ pero nos recuerdan que existen formas superiores de ser y de estar en el mundo; y que hay caminos alternativos al terrorismo y al belicismo. El impacto ideológico del arte, cuando está comprometido con la verdad y la ética, es tan certero como un disparo. Ni siquiera necesita un discurso obvio, es su verdad espiritual la que vence y convence, sin necesidad de falsas epopeyas. León no estuvo nunca al margen del compromiso con la paz, ya fuese para expresar su repulsa contra el vil secuestro de un concejal o contra una guerra ilegítima. Hoy tampoco lo estará. Porque así se hace también camino. Con ideología irrumpida desde el corazón y la ética. Como hace la orquesta Nazareth. Vencer sin derrotar.