CUALQUIERA pensará que el título de estas consideraciones corresponde a la lógica satisfacción de que el rey don Juan Carlos tiene y expresa en estos días por razón de la boda de su hijo don Felipe con la inminente princesa de Asturias, doña Leticia Ortiz. Sí, pero no solamente... El Rey don Juan Carlos ha tenido otra causa de «natural satisfacción y alegría» en el hecho de que ya no quede en Irak ni un solo soldado español. En efecto, cuando el ministro de Defensa ha comunicado al jefe del Estado y jefe de los Ejércitos la noticia de que el repliegue de las tropas en Irak se había completado, y que los últimos soldados que habían partido de madrugada desde Diwaniya se encontraban ya en Kuwait, don Juan Carlos no dudó en mostrar esa
mencionadas. Con lo cual, ha cobrado carta de naturaleza y podríamos decir que incluso una cierta «confirmación oficial» la sospecha muy ampliamente divulgada de que el Rey don Juan Carlos discrepó desde el primer momento, y muy profundamente, de la decisión adoptada por el anterior jefe del Gobierno, José María Aznar, de implicar a nuestro país primero, y a sus tropas seguidamente, en la guerra y ocupación de Irak, en contra de las resoluciones de las Naciones Unidas, en contra de la opinión pública española y al margen del Parlamento de la Nación. Mucho se ha especulado sobre las frecuentes desavenencias que el Rey don Juan Carlos mantuvo con José María Aznar. La relación no fue fácil ni el entendimiento resultaba sencillo de conseguir. Pero la condición del jefe del Estado le obligaron a asumir las posiciones del jefe del Gobierno, que contaba con la mayoría en las cámaras parlamentarias. Es del todo seguro que al Rey no le complació ni la foto de las Azores, ni le convencieron los argumentos de las inventadas armas de disuasión masiva, ni vio justificación, como la mayor parte de los ciudadanos de este país, a esa implicación en la guerra de la que ya también empiezan a marcar distancia incluso numerosísimos militantes del Partido Popular. De ahí que la «sibilina» o habilidosa fórmula del ministro José Bono haya dejado las cosas claras, al expresar «la natural satisfacción y alegría del Rey» por la retirada de las tropas españolas de Irak...