EN EL FILO
Dar la nota por no dar la talla
AL PP le sobró la campaña del 14-M. Antes incluso del bestial atentado, lo cierto es que los populares lo que querían era que se votara cuanto antes y parecían un equipo de fútbol pidiendo la hora. Pues bien, los síntomas que ahora se detectan son exactamente los contrarios. El equipo que lleva ventaja en el marcador es el del PSOE, diez puntos dicen, pero me parece que si por ellos fuera lo mejor es que si hubiera votado ayer. O sea, que va a acabar también por pedir la hora antes del 13-J. Los socialistas viven su momento dulce, todo está a su favor, van montados en la ola de la victoria y las multitudes gustan más de acompañar al carro de los vencedores que las carretas de los vencidos. No han tenido casi tiempo ni de tropezar y además los soldados han vuelto de Irak para satisfacción general de la población. O sea, panorama despejado y la oreja de Mayor en el esportón. Pero la política tiene otras cosas y entre ellas sucede que los que ganan las elecciones han de gobernar. Y ahí es donde le comienza a apretar el zapato a Zapatero. La cosa de los talantes, la cuotas femeninas paritarias y otros asuntos que quedan muy bien y no cuestan dinero sirven para un principio simpático. En eso estamos y no hay apenas tiempo para más. Pero el problema es que en lo poco que sí hay tiempo y hay de gobierno, lo que la ciudadanía percibe es descontrol, desconcierto y verborrea. De otra forma no pueden calificarse lenguaraces actuaciones de una ristra de ministras y algún ministro que están dando la nota porque lo que no parecen dar es la talla para el desempeño de sus tareas. Vamos a ser prudentes, algo que no parecen ser ellos y vamos por un plazo a conceder el beneficio de la duda. Pero los síntomas son alarmantes y la preocupación puede empezar a hacer mella. Como la inflación en las hipotecas. No creo que tanto como para que asistamos a una nuevo vuelco electoral el 13-J. Pero a lo mejor hay sorpresita.