LA VELETA
La espontaneidad de George Bush
QUIZÁ Bush no pensó que una revista francesa - Paris Mach - le obligaba a mantener su coherencia cuando afirmó en una entrevista que a él no le gustaría que invadieran su país, en referencia a lo ocurrido en Irak. ¡Por fin un presidente norteamericano equipara los derechos de los demás a los suyos propios! Ha sido una constante de la política norteamericana, desde su intervención en Cuba, en la llamada Guerra Hispano-Norteamericana, disponer de dos varas de medir los derechos humanos. Lo que ha sido imprescindible para los ciudadanos de Estados Unidos no lo era para los de los países en donde el imperio desarrollaba los efectos de su política exterior. En bases militares norteamericanas -la más celebre de ellas ha sido la Escuela de Las Américas, en Panamá- se han entrenado en la tortura los militares nicaragüenses, salvadoreños, paraguayos, argentinos y chilenos. De esos laboratorios antisubversivos salían los más conspicuos asesinos de quién pudiera ser tachado de comunista o subversivo en cualquier país del centro o del sur de América. La defensa de la libertad frente al comunismo lo exigía. Por eso resulta tan sorprendentemente inocente la respuesta de George W. Bush al admitir, tácitamente, una equiparación de la invasión de Irak con la que pudiera ocurrir en su propia nación. Si una invasión es intolerable, los ciudadanos que la padecen, ¿no deben intentar zafarse de ese yugo que para Bush es insoportable? Las torturas visualizadas gracias al afán narcisista de los torturadores, siguen sin determinar una investigación de los hechos. Si tal procedimiento se llevara a cabo, sólo quedaría en evidencia lo que ya sabemos: para los protocolos de la CIA y del Ejército Norteamericano, practicar la tortura a ciudadanos de otros países para defender su concepto de la libertad, no es una novedad. Lo único que ocurre es que, el precio actual de las máquinas de fotos digitales, permite que todos los soldados norteamericanos puedan llevar una en el petate. En Nicaragua, El Salvador y Vietnam la tecnología no se había desarrollado todavía.