El día de mañana

LOS EXPERTOS Schwartz y Randall, por encargo del Pentágono, han escrito un informe, titulado Pensemos lo impensable, que Bush, hereje que no cree en el cambio climático, esconde en una olvidada estantería. Esta pareja de sabios afirman que la tierra va a sufrir un clima similar al del período Dryas, hace 12.600 años. Entonces, tras unos años de calor, empezaron a derretirse los hielos del Ártico, aguas dulces que invadieron de repente el Atlántico Norte. La consecuencia fue el bloqueo de la corriente del Golfo, cuyas aguas ligeras dejaron de mezclarse con las más densas del fondo marino. En menos de 70 años, Europa entró en plena era glaciar, con las Islas Británicas transformadas en Siberia y los témpanos, en invierno, rodeando Galicia. La congelación duró un milenio, hasta que volvió a restablecerse la corriente cálida. Este panorama es el que el informe pronostica, acompañado de sequía y cambio en los monzones, con 400 millones de personas hambrientas. Habría guerras por la supervivencia, incluidos zambombazos atómicos para apoderarse de agua y alimentos, hasta que el populacho pobretón disminuyera a niveles compatibles con ralas cosechas. El consejo de este par de climatólogos es interesado y felón: convertir a Estados Unidos en un fortín acorazado capaz de resistir el asalto de los famélicos, y, jetas, ni una palabra sobre lucha contra las emisiones de gases responsables del efecto invernadero, cuyo país es el mayor productor. ¿Hay indicios de una era glaciar para nuestros niños ¿ La salinidad del Atlántico ha bajado, la velocidad de la corriente del Golfo ha menguado un 20% en Noruega desde los años 90, y los glaciares de Groenlandia se funden tras una subida anual media de la temperatura de 2º C. Delirio militar, argumento catastrófico de la película El día de mañana o aviso real de que pasamos de un momento caliente a otro mayor, estas hipótesis variadas avisan de que entre la chicharrina y el carámbano hay proximidad.