AL DÍA
Nos jugamos Europa
POCAS veces en la historia de la construcción europea una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno había alcanzado tal trascendencia. La renovación de la presidencia de la Comisión y, sobre todo, la aprobación definitiva del proyecto de Constitución se han convertido en dramáticos imperativos, toda vez que, si no se consiguieran tales acuerdos, la crisis larvada, y puesta de manifiesto con la generalizada abstención que se ha registrado en las pasadas elecciones nos estallaría a todos entre las manos.