Demagogia justiciera

YA ESTÁ anunciado: el Gobierno aprobará hoy el Decreto-Ley que deroga el Plan Hidrológico y que da luz verde a lo que llaman el plan alternativo. Junto a esta medida hay otro anuncio: se penalizará el precio del agua dedicada a usos turísticos y campos de golf. De lo primero teníamos ya noticia desde mucho antes de las elecciones, pero lo segundo es una especie de brindis al sol, muy marca de la casa: eso del golf es cosa de ricos, así que palo. Da igual que la hectárea de golf sea incomparablemente más rentable que la dedicada a la agricultura, y que el turismo sea nuestra primera industria. El caso es que los socialistas parecen haber descubierto que con el agua valen todas las demagogias imaginables, y se aplican a la tarea con entusiasmo digno de mejor causa. El castigo a los empresarios de golf y de turismo a cuenta del agua es una de esas originalidades inesperadas con las que de vez en cuando nos regalan nuestros actuales gobernantes. En episodios de este porte es cuando se nota la diferencia entre los socialistas y los populares: bajo la apariencia de una política justiciera se emprenden acciones y se toman decisiones que acaban castigando a todos, especialmente a los más pobres, que siempre tienen menos recursos para sobreponerse a la adversidad; en el caso del turismo y del golf, los perjudicados principales serán los que trabajan estacionalmente en la hostelería, y los practicantes más modestos de ese deporte: los que tengan más dinero, sencillamente se irán a lugares más amistosos, y santas pascuas. Pero no desesperemos. Lo dicho hasta aquí vale para hoy; nunca se sabe si mañana ya habrán rectificado y defenderán lo contrario, como ha ocurrido ya en estos tres meses mal contados casi una docena de veces. Nunca hay que perder la esperanza.