Formidable avance

POSIBLEMENTE lo más sorprendente, y una vez aprobado el texto de la Constitución para los europeos, haya sido el silencio expresado por los opositores del PP. Recuérdese que el jefe de esa oposición, Mariano Rajoy, ni siquiera tuvo el detalle de desearle buena suerte a su adversario político, el presidente José Luis Zapatero, cuando éste acudió al congreso a anunciar las pretensiones españolas por las que iba a pelearse en Bruselas. Rajoy insistió en que daría por bueno todo lo que pudiera conseguirse, siempre que se aproximara al Tratado de Niza. Pues bien, Niza quedó definitivamente atrás, con sus ventajas de trato excesivamente favorable y con sus desventajas. En ocasiones resulta ridículo el posicionamiento que unos u otros partidos adoptan ante distintas cuestiones, como si en ellas les fuera la vida. Por ejemplo, la misma oposición que ahora da razones para la crítica por su escasa visión de futuro o por su falta de adecuación al medio, ha resucitado ahora la hipótesis de que los terroristas islamistas del 11 de marzo pudieran haber actuado en colaboración o con la ayuda de la banda terrorista ETA. Mariano Rajoy ha vuelto a esa suposición, no se sabe si para distraernos de alguna otra cuestión de mayor envergadura y trascendencia. ¿Tiene algún fundamento la hipótesis?. Que se sepa, que haya trascendido, no lo parece. Se ha relatado en alguna investigación periodística que algunos etarras pudieron llegar a tener trato en la cárcel con algunos fanáticos islamistas cuando éstos ya preparaban el golpe de los trenes de mercancías. Pero no parece que se haya pasado de ahí. En cambio, está dando mucho más juego para los investigadores -policiales, judiciales y periodísticos- el papel de los confidentes de las fuerzas de seguridad del estado, y en esa materia sí que se hace preciso un buen foco que haga resplandecer el subsuelo y las alcantarillas de ese poder policial. Todavía no está clara la división de papeles entre quienes ayudaron a los terroristas y cooperaban con la policía y la guardia civil, y cómo éstos no llegaban a hacer uso de las infororcionaban los confidentes sobre sus relaciones con los terroristas. ¿Llegaron a tener la menor información acerca de alguna de estas cuestiones el anterior ministro de Interior o sus colaboradores?