Congreso del PSOE

HAY NO POCOS temas que tendrían entidad para ser voceados hoy desde este balcón. Sin embargo, en puridad política, uno destaca sobre todos los demás: el congreso federal socialista, que en su trigésimo sexta edición, comienza en Madrid y se prolongará durante el fin de semana. El escenario es el mismo de la edición anterior, cuando José Luis Rodríguez Zapatero ascendió a la secretaría general del partido. Para muchos, contra todo pronóstico. Para mi, sin sorpresa. Publicado quedó en vísperas del mismo. Ahí está la hemeroteca para certificarlo. El 36º congreso del PSOE es muy importante. En él se tiene que definir el fondo y funcionamiento para los próximos años como partido de Gobierno, dado que el anterior se celebró y definió como Oposición. Hoy, el Partido Socialista está unido bajo la dirección firme de José Luis Rodríguez Zapatero. Su cohexión orgánica es absoluta, sin grietas ni disidencias. Quienes conocen los forros de la organización no dudan en afirmar que nunca, ni siquiera en los tiempos de Dondiós -esto es, de Felipe González- ha existido tanta paz orgánica. Por ese lado no habrá problemas. En el partido, en la actualidad, no existen grandes divergencias entre corrientes o familias como en los viejos tiempos. No será, por tanto, un elemento sustancial del congreso. Exiten, sin embargo, asuntos transcendentales. Por ejemplo: la articulación territorial de España con la limitada reforma de la Constitución anunciada, y de los Estatutos de Autonomía también anunciados. En ese punto está claro que en los últimos tiempos existe una voz que desafina, una voz discordante dentro del Partido Socialista. Es la de Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Cataluña. Una voz que ha venido pregonando con declaraciones que hacen dudar de que comparta el proyecto del PSOE para toda España. En este congreso debe quedar bien claro que el documento de Santillana del Mar, rubricado por la dirección nacional socialista y por todos los dirigentes regionales, incluído el propio Pasqual Maragall, sigue siendo la base de la articulación territorial de España. A mi me trae sin cuidado que en la Ejecutiva que salga del congreso federal haya o no paridad hombres-mujeres. O que el ministro Jesús Caldera sea el único miembro del Gobierno que continúe con mando en la sede de la calle Ferraz. Creo que este congreso debe servir para que Pasqual Maragall demuestre que está más cerca de los socialistas vascos que del Partido Nacionalista Vasco. Y que está más cerca de los votantes socialistas del cinturón industrial de Barcelona que de las insaciables élites nacionalistas que habitan en la Ciudad Condal. De cumplirse las perspectivas, el Partido Socialista en general saldrá reforzado, pero también el Partido Socialista de Cataluña en particular. Pueden estar seguros de que de lo que no tengo la mínima duda es que la inmensa mayoría de votantes socialistas está más mucho cerca de la plataforma www.noescierto.net , que de las tremendas exacerbaciones nacionalistas de algunos de sus dirigentes.