TRIBUNA
El PSOE leonés o la indefinición de León
SE NOS CAYÓ el tenderete. Los palos del sombrajo que habían empezado a izar algunos políticos socialistas leoneses, a partir del proyecto de redefinir León en la Comunidad propuesto por Miguel Martínez, y la más significativa regionalización sugerida por Agustín Turiel, resultaron tan inútiles como falsos pies que nada pueden sujetar y mucho menos cobijar lo leonés en el ente. Efectivamente, los socialistas leoneses cumplieron con lo prometido. Llevar a su congreso autonómico el tema de la regionalización de León. Pero nada más. Lo que nos venden como resultado positivo: La «plurirregionalidad», admitida en aquél para la comunidad que nos engloba, es una engañifa, pues, aunque se mire con la más dulce de las candideces, ninguna otra cosa se puede colegir a partir de sus declaraciones poscongresuales vertidas en Diario de León. Se rompió el espejismo en mil pedazos. La propuesta regionalista sonaba a politico-ilusoria, no por utópica, pues la regionalidad leonesa es una realidad que el ente se ha propuesto anular, sino por asemejarse a la captación del sentimiento de leonesidad para las urnas socialistas. Aún para el leonés menos avisado, la consecución de la secretaría general autonómica alcanzada el viernes por Ángel Villalba, seguro que tras arduas negociaciones, no podía presagiar nada bueno en orden a las propuestas regionalistas. Y ello por que los congresistas castellanos en general, y los pucelanos en particular, no iban a estar dispuestos soltar nada de la «pieza»: el León que tienen atrapado. ¿Qué podíamos esperar de quienes, en orden al ser y sentir leonés, aceptan, emplean y protegen el falso gentilicio castellano y leonés para citar a una persona de la comunidad, cual si todos tuviéramos dos sesos o dos sexos?. ¿Y qué decir de los que han ido a un congreso al que llaman regional, en singular, a defender, dicen, la regionalidad leonesa, y nos salen con aquello de que la «región» (comunidad) es plurirregional? ¿Cabe mayor galimatías?. La Reforma del Estatuto, en la que se cambió el gentilicio castellanoleonés que lo ilegitimaba, por el de castellano y leonés, hubo un equipo socialista que la defendió, no lo olvidemos, y para nada hablaron de la región leonesa. Y entre lo reformado se aprobó «respeto y protección para la lengua gallega», y el dialecto o hablas leonesas se quedaron olvidadas y confundidas en «otras modalidades lingüísticas. Curioso. Y en el congreso que nos ocupa hablaron de enriquecimiento de la diversidad cultural ¡Ah!, por cierto, convendría que Miguel Martínez señalara a los leoneses dónde dice el Estatuto que la Comunidad de Castilla y León está compuesta por dos regiones. No acierto a leer tal cosa en la letra estatutaria. Lo de que «plurirregionalidad en la práctica es lo mismo que birregionalidad», difícilmente se sostiene de pie. Y, ¿si tan claro lo tienen por qué en sus propias estructuras de partido, no han suprimido definitivamente lo de regional por autonómico o de la comunidad, que es lo correcto, o siguiendo su filosofía por el plurirregional del que alardean para el ente?. Para que la palabra plurirregional, señor Fernández, don Francisco, tuviera el valor que quiere atribuirla, como mínimo tenían que haber dejado claramente definido qué es una región y cuántas el «pluri» abarca. Aunque, si sólo es cultural y geográfico, y no se recoge institucionalmente, de poco vale. Lo cierto es que León ha perdido su territorialidad e identidad, y con sus propuestas ni las recobra, ni se pone cimiento positivo alguno para ello, ahora que se abren ventanas de reforma. La redefinición de León en la Comunidad ha desembocado en la indefinición de lo plurirregional. Vamos cada vez a peor. Ahora queda la definición económica. O sea, la recuperación leonesa socioeconómica, rescatándola del nivel ínfimo al que nos ha conducido el centralismo de los autonomistas que nos gobiernan. Ya nos la ha anunciado el señor Rodríguez Zapatero: Plan Oeste. Es de agradecer, y mucho. Bienvenida sea. Pero esto es de justicia socioeconómica. No es un don gracioso. Se trata de alcanzar lo que el PP en el ente y en el gobierno de la nación, nos ha venido negando, y nuestros políticos del PP y del PSOE autonómicos han venido tolerando hasta ahora. Mas, no sólo de pan vive el hombre. El espíritu, el sentimiento, el sentir y sentirse parte de un Pueblo, en orden a una cultura viva y dinámica, no se puede olvidar, dañar o encauzar hacía su consunción. Mucho menos imponernos a los leoneses otro sentimiento, regional, de comunidad o «fundacional» que además pretenden centralizar allá donde a los leoneses nada se nos ha perdido: Villalar. La personalidad leonesa autonómicamente ha sido olvidada, lo que supone todo un desprecio para los leoneses. O ha sido homogeneizada, con el resultado de una mixtura de laboratorio político que es de una ignominia insoportable. O la están haciendo caminar hacia la anulación por asfixia final. Todo un genocidio de los sentimientos leoneses. ¡Sépanlo!.