EN EL FILO
Transparencia política
RAJOY desea que las conclusiones de la comisión que investiga los atentados del 11-M se debatan en un pleno parlamentario. Zapatero le ha complacido. Desde La Haya, y junto a su colega holándés Balkenende, presidente de turno de la UE, el jefe del Gobierno español anunció ayer que los asuntos nebulosos, desde la cuentas del Estado al accidente del Yak-42, pasando por la trágica fecha del 11-M, serán debatidos en sesiones plenarias del Congreso. El ejecutivo socialista no sólo realiza, según Zapatero, «un esfuerzo de transparencia en su gestión» sino que pretende que la gestión «de los que estaban antes del 14-M» se transparente también. Ha sorprendido que las cuentas públicas -heredadas, se entiende- necesiten de esclarecimiento público. Se tenía la impresión de que los Gobiernos del PP habían hecho esmeradamente sus deberes contables. El próximo viernes se verá si «la información amplia de transparencia sobre el estado de las cuentas públicas» que anunciaba ayer Zapatero modifica o no el diagnóstico de nuestra economía. El asunto irá luego a un pleno parlamentario, y allí podrá debatirse por qué la deuda de la TVE no ha afectado lo más mínimo al déficit cero del último balance. Máxima transparencia habrá también para el accidente del Yak-42, una tragedia que extiende responsabilidades desde muy altas jerarquías del ejército, trasladadas ya a la reserva, al terreno político, donde nadie se ha dado por aludido de momento. De un pleno legislativo sobre esta tragedia aérea poca luz podría aportar sobre lo ya conocido, aunque fuentes del Ministerio de Defensa habrían visto irregularidades en la contratación de los aviones ucranianos. Pero lo que no puede augurarse todavía es si el pleno parlamentario sobre las conclusiones de la comisión del 11-M va a lograr que esta tragedia se transparente a la vista de la sociedad o si, por el contrario, aumentará las oscuridades en que algunos comisionados pretenderían dejar ancladas las derivaciones político/policiales de los atentados.