Rumbo a Santiago

ELLOS, me refiero a los de la Quetzal, han atravesado España desde Medina del Campo hasta Granada y han cruzado a pie Sierra Morena en una dura caminata que comenzó en El Viso de Marqués. Esa me la he perdido pero lo que ya no me pierdo es Lisboa. Porque ayer lunes allí llegó la expedición en barco, en concreto en el «Galicia» de la Armada Española que les ha traído hasta aquí desde Huelva y que nos subirá a todos primero hasta Oporto y luego a Vilagarcia de Arousa, donde echaremos pie a tierra y nos iremos a Santiago. Y me parece que un buen trecho me lo tiene reservado Luna para que sea a patita. Me cuentan que los chicos iberoamericanos están entusiasmados con lo que han visto en España, particularmente con Segovia, con Toledo, con Sevilla y, aún mas, con Granada. Ni Lisboa ni Oporto les van a defraudar tampoco lo más mínimo y me parece un acierto de este año el haber incluido al vecino Portugal en el viaje. Ahora sí que es ibero-americano. Pero antes de llegar a Compostela a la Ruta Quetzal BBVA le queda una misión en Padrón y con Rosalía de Castro. De México se traen los documentos que quieren hermanar a la ciudad natal de la poetisa con la Sor Juana Inés de la Cruz. Ya dije que Miguel de la Quadra se ha empeñado en ello y sé que es tontería resistirse. Además es buena idea. Lo que también va pasando a estas alturas es que los expedicionarios empiezan a contar los días que le quedan. Y los cuentan de muy diferente manera que aquellos primeros en que pensaban y temían que «esto» no se iba a acabar nunca. Ahora sufren porque se les está acabando y muchos darían cualquier cosa por retrasar ese día fatídico en que, después de mas de 45 días de convivencia, se hayan de separar de quienes se sienten mas amigos que nadie. Pero aún les queda mucho camino hasta la «noche de las lágrimas», así se le llama en la Ruta a la última jornada. Que la disfruten cada minuto.