El valor del diálogo

COINCIDIENDO con los primeros cien días de Gobierno socialista, ayer el presidente José Luis Rodríguez Zapatero recibió en La Moncloa al lendakari Juan José Ibarretxe. La entrevista puso fin a tre s años de incomunicación entre Madrid y Vitoria. Es muy difícil valorar desde la distancia un encuentro de la transcendencia del mantenido ayer por Rodríguez Zapatero e Ibarretxe, máxime cuando éste acudía con el plan soberanista bajo el brazo. Desde La Moncloa calificaron la entrevista de distendida. También filtraron que Rodríguez Zapatero le hizo una propuesta firme para luchar contra el terrorismo. Y poco más. Es un lenguaje sutil para no afirmar ni negar. Los calificativos de «distendida y cordial» pueden ser creíbles o no. Está probado que en la primera reunión del honorable Josep Tarradellas, president de la Generalitat, recién llegado del exilio, con el entonces titular del Gobierno español, Adolfo Suárez, saltaron chispas. Cuando el honorable compareció ante los medios informativos y afirmó: Ha sido una reunión de gran cordialidad, muy constructiva, de acercamiento de posturas, Adolfo Suárez se dejó caer relajado en el sillón. No sé si quizá ayer Rodríguez Zapatero e Ibarretxe reeditaron aquel desencuentro que con los años terminó en colaboración y lealtad institucional. Al menos se puso el primer peldaño para acabar con la incomunicaión. Tres años sin hablar un presidente autonómico con el jefe del Gobierno español se me antoja una barbaridad. Zapatero recibió a Ibarretxe y en los próximos días lo hará con otros de Comunidades Autónomas antes de abrirse el buzón vacacional de agosto. Las fiestas patronales de Santiago abren de par en par el tiempo de ocio. La política baja su intensidad y todos los poderes del Estado quedan en servicios mínimos. También la política leonesa empieza a dormir la siesta. Cerrado el congreso comarcal del Bierzo, en el que Antonio Canedo fue reelegido como secretario general con un voto más que su rival, Fernández Zanca -39 a 38--y sellada la nueva Ejecutiva con el 90% de apoyos, los socialistas bercianos comenzarán a construir los andamios para alcanzar los dos retos: ganar el Ayuntamiento de Ponferrada y la gobernabilidad en el Palacio de los Guzmanes. También se reunía ayer la permanente de la Ejecutiva regional, que aprobó por unanimidad el nombramiento de Charo Velasco como coordinadora de los parlamentarios regionales en las Cortes Generales, lo que le otorgará voz y voto en el sanedrían socialista de Castilla y León. Los populares, tras el golpe de mano dado por la oficialidad, tendrán que saldar sus diferencias en el proceso congresual de otoño. Por su parte, la comisión ejecutiva de la UPL debatía a última hora de la tarde los acuerdos del Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes en nuestra ciudad. Después de las explosivas valoraciones efectuadas por su secretario general, Joaquín Otero, poco o nada cabe esperar. Otero ha sido capaz de conseguir que la derecha leonesa haya vuelto a sonreir. Ya visionan la ruptura del pacto municipal en el Ayuntamiento de León para septiembre. Lo que sucede es que en septiembre se examinan los que no aprobaron en junio. Y corren un serio riesgo: volver a supender.