EL BALCÓN DEL PUEBLO
Buenas maneras y compromisos
ES CASI un pecado mortal, no venial, abandonar la sobremesa de un almuerzo bajo la sombra de las choperas y a la vera del río Luna. No fue el «día del choro», como en los dos años anteriores, en que Babia contó con más autoridades por metro cuadrado que toda la Comunidad junta, aunque sí coincidente en fecha y lugar: último viernes de julio, Villafeliz, pradera de Casa Luis. Ayer el anfitrión fue el ex-presidente de la Audiencia Provincial, José Rodríguez Quirós. Ejerció de cocinero y se lo tomó en serio. Nadie, pastor o ganadero, es capaz de conseguir una caldereta tan sabrosa. La caldereta y todos los complementos, bien, gracias. Y mejor aún si cabe la placidez de la tarde y la sobremesa. Sin embargo, mordiéndome el ocio, decidí asomarme al balcón. Es víspera vacacional y ya podré presumir de suficientes silencios en agosto. He de ceñirme a la entrevista que el día antes mantuvieron el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el corregidor de León, Francisco Fenández. Lo único que queda claro es que ambos declaran sus buenas intenciones de llevarse bien. Tenían, y tienen, entre manos varios asuntos pendientes. Sobre alguno de ellos, como el desbloqueo del Palacio de Congresos y recinto ferial en las instalaciones de la antigua azucarera de Santa Elvira, esperamos que se plasmen los compromisos efectivos en los presupuestos para el 2005. Tras la entrevista no hubo declaración tajante de que así será. Asimismo, antes de que concluya este año tiene que estar terminado el Parque Tecnológico de León. Deberá encontrarse la fórmula de gestión que dé entrada en los órganos decisorios al Ayuntamiento y a la Universidad. Tampoco transcendió que se haya avanzado en este tema. Éstos y otros muchos temas están pendientes entre la Junta y el Ayuntamiento de León. Los medios informativos destacan que la entrevista se desarrolló en un ambiente cordial y de buenas maneras. Reconforta. Pero habrá que llenarlas de contenido. Por otro lado, también se reunió ayer el consorcio León Alta Velocidad, al que San Andrés del Rabanedo llevó la petición de que se amplíe el soterramiento del tren hasta la línea con la N-120. Parece una petición elemental. De lo contrario seguiría existiendo una trinchera en plena zona urbana. En la reunión --que fue de sumas, según la definió el consejero Antonio Silván-- se eligió presidente del consorcio a Víctor Morlán, Secretario de Estado de Infraestructuras, y director general a Juan Conde, excelente abogado urbanista del Ayuntamiento de San Andrés. El consorcio ratificó que la llegada del AVE a León se mantiene en el horizonte del 2008, y que el traslado obligatorio de los talleres de Renfe desde su emplazamiento actual no va a significar la pérdida de ningún empleo. Este segundo compromiso es claramente insuficiente. Hasta ahora se han estado perdiendo. Está por definir dónde se construirán los nuevos Aves, trenes de cercanías y dónde se repararán. León aspira a que todos esos contratos se queden aquí. Unos contratos ampliados, renovados tecnológicamente y que multipliquen el número de sus trabajadores. Buenas maneras, sí; compromisos, también.