VUELTA DE TUERCA
Responsabilidades
NO DEBERÍA irritarse el Partido Popular cuando algún portavoz de la mayoría gubernamental vincula la crisis económica suscitada por la escalada de precios del petróleo con la guerra de Irak, de la que el anterior Gobierno fue eficaz promotor en las Azores. La correlación es obvia, y no sólo porque el conflicto impide a Bagdad explotar sus recursos petrolíferos y exportarlos con normalidad sino porque la tensión generada por la ocupación en todo el Próximo Oriente ha convertido la zona en un polvorín. Ya percibieron estas evidencias los electores del 14-M en España. Ahora sólo falta que los ciudadanos norteamericanos demuestren en noviembre que también se han percatado de quién es responsable en su país de que se haya abortado el despegue económico.