...y los mejores augurios

«PIDO DICULPAS de todo corazón por mi pesimismo inicial», repetía varias veces el italiano Mario Pescante, jefe de los comités olímpicos europeos. La labor no fue fácil. El aviso del CIO a Grecia en el 2000 fue una encrucijada, una llamada de atención muy útil para convencer a los griegos de lo que tenían que hacer. Y, de momento, todo es modélico: la seguridad, que hace alejarse al fantasma de Bin Laden; las infraestructuras, completamente concluidas, y la organización, impecable.