Diario de León
Publicado por
CARMEN TOMÁS
León

Creado:

Actualizado:

PACIENCIA. Es lo que suelen pedir los expertos para afrontar situaciones como la que viven en las últimas semanas los mercados de acciones. Ya saben la tan cacareada «la bolsa es un negocio a largo plazo». Y la verdad es que estos días o los inversores se chutan directamente en vena grandes dosis de paciencia o realmente lo deben estar pasando muy mal. Es fácil escuchar en estas jornadas aquello de «quién me mandaría a mí meterme en la bolsa». Razón para el pesimismo no les falta. Los índices están en los mínimos del año y se han comido las ganancias anuales acumuladas. Faltar no faltan causas objetivas a las que achacar la desconfianza y el miedo de los inversores a lo ocurrido, a lo que pueda ocurrir en los próximos meses y cómo nos va a afectar. Claro que si hacemos caso a los expertos, a esos que nos piden paciencia para aguantar el tirón, habrá que creerles también cuando nos cuentan que pese a la que está cayendo al final del año lo más probable es que los mercados recuperen parte de las pérdidas y como mínimo consoliden lo ganado el año pasado. Los datos que de momento publican los departamentos de estadísticas de los distintos países europeos no son malos. Ya sé que lo peor está por venir si el petróleo continúa su escalada. Y no parece que de momento se vaya a detener. Sí parece probable que algunas de las razones que explican esta espectacular subida de los precios del crudo se corrijan en los próximos meses, quizás semanas y que por lo tanto no se vea afectado el crecimiento de la economía y el de los precios se compense en meses siguientes. La situación está complicada, de eso no cabe duda. Ya saben que hay algunos que aventuran un petróleo a 50 dólares. Sin embargo, nadie pronostica catástrofes irremediables, ni crisis descont de orden, no echar leña al fuego con medidas que pueden esperar momentos menos turbulentos y ponerse manos a la obra para buscar una menor dependencia del petróleo y sus vaivenes. Es peligroso si a alguien aún no le ha quedado claro que somos vulnerables.

tracking