Diario de León
Publicado por
PEDRO CALVO HERNANDO
León

Creado:

Actualizado:

UNO DE LOS FLANCOS más visibles del cambio es el referido a la política exterior de España. Ahí estuvo la primera gran decisión de Rodríguez Zapatero: el regreso a casa de las tropas españolas de Irak. Con esa orden fulminante, el presidente materializaba el golpe de timón en las relaciones exteriores, centradas durante la etapa Aznar en la alianza con los USA de George Bush y en distanciamiento del núcleo central de la Unión Europea, el eje franco-alemán. Desde ese mismo 18 de abril se cerraba la sumisión a Bush y se abría el gran acercamiento a Francia y Alemania y a los demás países que se habían mantenido junto a estos dos durante la gran crisis de Irak. La retirada de las tropas se recibió en todo el país con entusiasmo generalizado y produjo un movimiento de simpatía hacia Rodríguez Zapatero, como símbolo del «No nos falles» de la noche electoral, cuando se consumó el triunfo de los socialistas. ZP cumplía inmediatamente su gran compromiso con el electorado y además introducía un factor de independencia y de dignidad en nuestra política exterior, que tendría gran repercusión internacional. Paralelamente, se ponía sobre la mesa la opción europeísta de acercamiento e integración en el núcleo, complementado con la decisión de desbloquear la negociación de la Constitución europea, paralizada por Aznar unos meses antes. Hubo también otros pasos esenciales en el cambio exterior, como es la normalización de la relación con Marruecos, deteriorada por el Gobierno de José María Aznar de forma innecesaria y absurda, clima en el que fue posible el episodio de Perejil, uno de los baldones de la última etapa de la era Aznar. Lo que el Gobierno tiene que cuidar ahora es de hacer compatible esa recuperación de las excelentes relaciones hispano-marroquíes con su positiva aportación a la solución del problema del Sahara Occidental, para lo que Rodríguez Zapatero también tiene sus propias ideas. Iberoamérica y el Mediterráneo son igualmente áreas en las que el nuevo Gobierno se propone recuperar el predicamento de que ya gozaba en la anterior etapa de Gobiernos socialistas. Puede, pues, hablarse casi de una revolución en la política exterior.

tracking