¡No caben todos!

NO HAY CIFRAS oficiales, pero se estima que en España vive aproximadamente un millón de inmigrantes sin papeles. Su situación es lamentable porque están en una espiral de difícil salida. Como son ilegales no pueden firmar un contrato laboral, y como el tipo de trabajo que realizan es siempre negro tampoco pueden argumentar que están trabajando para ser regularizados. Total que con las leyes actuales en la mano la única salida sería la expulsión pero no hay posibilidad material de hacerlo ni por el número ni por la localización, ni presupuestariamente hablando. El PSE se comprometió a dar solución a un problema que venimos arrastrando desde hace años y ahora que gobierna hace lo que debe al anunciar que piensa poner en marcha una batería de medidas encaminadas a tal fin. Sin embargo, lo anunciado por la secretaria de Estado de Inmigración en el sentido de que se regularizará a los sin papeles que residan en España y acrediten tener un empleo, y que estos podrán inscribirse en la Seguridad Social antes incluso de obtener la residencia, ha provocado justo el efecto contrario a los que se pretendía, el temido efecto llamada. Incluso se ha detectado un aumento considerable del flujo de autobuses por los puestos fronterizos cargados de rumanos y ciudadanos de otros países del este. Visto lo visto aunque la intención era buena, ha fallado estrepitosamente no solo la imprecisión de la medida sino la forma de anunciarla que, como han denunciado los sindicatos, ha abierto falsas expectativas. El tema de la inmigración es lo suficientemente serio como para que nadie intente hacer electoralismo barato. El PP no consiguió firmar un gran pacto de Estado con los socialistas para evitar la demagogia barata y el PSOE da la sensación de que va por el mismo camino. En este asunto cualquier error puede tener consecuencias imprevisibles y el consenso es no sólo necesario sino exigible. Es muy loable que el gobierno quiera que aflore la economía sumergida que se nutre de ilegales, pero también lo es no dar la sensación de que España va a regularizar a todos los ilegales propios y de la Unión Europea, no porque no quisiéramos simplemente porque no podemos. ¡Aquí no caben todos! y el Gobierno lo sabe perfectamente.