Barbarie

PARECE CLARO que episodios como el secuestro y asalto de la escuela rusa, que ha terminado con un número indeterminado de víctimas mortales, tienen por fuerza que producirse en ámbitos degradados por décadas de incuria, miseria y opresión. Aunque en Europa sabemos bien que el genocidio brota espontáneamente en cualquier lugar, esos odios morbosos que hozan en la desolación y la muerte tan sólo se desencadenan allá donde se ha sembrado secularmente la violencia y la inhumanidad. Haríamos mal en observar estos dramas con los ojos de occidentales, sin pararnos a ver también que en nuestros procesos de desarrollo elitista hemos ignorado a pueblos enteros que todavía permanecen muy lejos de nuestros valores pretendidamente universales. Europa, a cuyas puertas ha sucedido esta tragedia, no es del todo inocente.