En el núcleo duro de Europa

LA REUNIÓN de Rodríguez Zapatero con los líderes alemán y francés, Schröder y Chirac, ha servido para dar visibilidad a la nueva ubicación española y el retorno de nuestras tropas destacadas en Irak. El pasado 29 de abril, en el Elíseo, Chirac afirmó ante Zapatero que París, Berlín y Madrid avanzarían a partir de ese momento «cogidos de la mano» en la construcción europea y frente a problemas internacionales como los de Irak y el Próximo Oriente. Esta primera cumbre trilateral se ha ocupado de la ratificación de la Constitución Europea, de las perspectivas financieras de la UE, de la situación en Irak, de Afganistán y, en fin, de la reactivación del diálogo euromediterráneo. Para bien o para mal, España ha vuelto a formar parte del núcleo duro de la UE.