Todo el Estado

AYER se reunió en Madrid todo el Estado español, todas sus piezas territoriales, con sus aspiraciones, coincidencias y discrepancias. A esta primera sesión preparatoria de la Conferencia de Presidentes Autonómicos, que se celebrará a finales de año, asistieron representantes de los 17 gobiernos regionales, más Ceuta y Melilla. Presidida por el ministro de Administraciones Públicas, la sesión no llegó a acuerdos concretos, pues en esta ocasión se trataba más bien de un examen de los diferentes talantes. Pero las tres horas de reunión habrían transcurrido, según Jordi Sevilla, en un clima de «unidad y diálogo». Sin comprometer su asistencia a la Conferencia, el lendakari Ibarretxe envió ayer a Madrid a su consejero de Agricultura y Pesca, Saénz de Samaniego, lo que fue interpretado en medios gubernamentales como un ejemplo más de la normalización que van alcanzando las relaciones entre Ajuria Enea y La Moncloa. Es posible que la cumbre presidencial requiera varias reuniones preparatorias, pues ayer ni se concretó la agenda de asuntos a tratar, ni la fecha ni el lugar de su celebración. Zapatero desearía que se celebrase en La Moncloa, para darle una dimensión especialmente estatal, y convertirla en un órgano de reuniones periódicas y con capacidad para adoptar conclusiones de cierto carácter decisorio. Ninguna autonomía y ningún partido político se niegan en mayor o menor medidas a unas reformas estatutarias y constitucionales que no han superado aún su fase de verbalización. Desde su reunión la semana pasada en San Millán de la Cogolla, el PP se ha abierto al proceso reformista, aunque lógicamente fijando sus límites, que serían el respeto a la unidad de España, junto a su cohesión territorial, y al marco de la Constitución. Principios que el PSOE comparte, esté o no de acuerdo, que no parece estarlo, en que el proceso se abra con un previo pacto entre los dos partidos mayoritarios, sabiendo, sin embargo, que sin acuerdo entre ambos ninguna reforma sería viable. Entre la declaración «popular» de San Millán de la Cogolla y la de los socialistas en Santillana del Mar hay notables diferencias semánticas, pero concordancia en lo fundamental. El PP ya admite reformas, y el PSOE las impulsa, con mayor extensión que su adversario político, al promover una Conferencia de Presidentes Autonómicos que tendría una naturaleza más que deliberante o la conversión de los tribunales superiores de justicia en tribunales supremos dentro de sus respectivos territorios. Porque si las comunidades autónomas son Estado, y lo son por mandato constitucional, también es estatal la Justicia que sus tribunales imparten.