Convivencia

EL AYUNTAMIENTO de Valladolid ha editado un folleto, que ha repartido por las casas, dando a conocer la ordenanza municipal sobre protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales. Se trata de evitar que las conductas de unos pocos dañen el espacio común y que sus reparaciones salgan de los fondos públicos, porque «cada vez que paga el Ayuntamiento, pagamos todos». En la vecina capital están alarmados por el creciente incremento de vandalismo urbano, algo que por estos lares es bastante antiguo, pero que a Pucela llegó no hace mucho y han decidido poner coto a tal actividad de ocio juvenil. Se trata de que el que la haga la pague, en lugar de rascarnos todos el bolsillo. Las normativas están ahí, pero es necesario que se conozcan y, sobre todo, que se hagan cumplir. Se han actualizado las sanciones, que van desde los 750 euros para las infracciones leves hasta los 3.000 para las muy graves, siempre además con la reparación de los daños causados. Lo sorprendente es la gran variedad de actos incívicos que pueden producirse, porque no es sólo romper bancos, papeleras o farolas, sino esparcir basura o sembrar el suelo de propaganda, así como ensuciar el mobiliario urbano con pintadas y todo tipo de carteles y pegatinas. Precisamente esto es algo que abunda en nuestra ciudad. Y sus responsables son tanto los anunciantes como quienes los colocan. El Ayuntamiento se encargará de retirarlos y su coste tendrán que pagarlo también los responsables. A ver si así no son tan desaprensivos.