Jueves de Aguas

NI EN una sola coma se modificó el guión político y estratégico del equipo de gobierno municipal. Un punto del orden del día -constitución de una sociedad mixta para gestionar el Servicio de Aguas- estaba en la diana del interés general. Se han filtrado tantas fábulas al respecto, que hasta la continuidad o resquebrajamiento del pacto estaba en juego. No era un «lunes de aguas», como el salmantino, cuando las damas de honor dudoso cruzaban el Tormes tras la Cuaresma y regresaban a su oficio, a la sombra de los muros de la Catedral. En León era un «jueves de aguas», sin chicas de honor distraido, ni nada por el estilo. Había pleno municipal. Todos, desde los socialistas en el poder, hasta leonesistas, concejales no adscritos y populares, plantearon el tema como una batalla política. Una batalla a la que adobaban con flecos económicos desmesurados. Y no ha resultado tal. El actual equipo de gobierno municipal ha ganado la batalla política. Supongo que es una de tantas y las habrá más aceradas en el futuro. Se aprobó el ingreso de capital privado en el Servicio de Aguas por 14 votos: los diez socialistas, los tres de la UPL y el del no adscrito José Mª Rodríguez de Francisco, padre de la iniciativa. Covadonga Soto, la otra no adscrita, continúa de baja por maternidad. La edil Soto, en cualquier caso, sólo es un eco de la voz de De Francisco. El pleno municipal confirmó lo que desde la oposición se viene cuestionando de forma bronca: Que el pacto de gobierno municipal, de momento, goza de buena salud. El alcalde y sus valedores, digo, ganaron la batalla política. No estuve en el Pleno. Los últimos jueves de cada mes -excepción de agosto- los dedico, por encima de todo, a la Peña La Concordia, ejemplo pleno de respeto, tolerancia y, cómo no, de concordia. Me cuentan que el Pleno fue bronco. Y demagógico. A los populares les invadió el virus de lo público, cuando yo creí que estaban inmunizados. Aunque han implantado la Ora y privatizado Serfunle, denunciaron con ardor que haya entrado capital privado en el Servicio de Aguas. Yo creo que en el acuerdo plenario de ayer no está la madre del cordero. El quid estará en las condiciones del pliego de adjudicación y a quién. La adjudicación debe ser -así lo exigimos todos- con luz y taquígrafos. El Ayuntamiento de León, su gobernabilidad, ha salvado el obstáculo. Era un cepo tremendo. De aquí a finales de año tendrá que saltar otro: la aprobación de los Presupuestos para el 2005. Es menos complejo. En caso de no contar con la mayoría absoluta, siempre quedará el recurso de su prórroga. Y hablando de Presupuestos: ayer Juan Vicente Herrera presentó los de Castilla y León. Un total de 8.553 millones de euros. Como la letanía la sabemos de memoria, no divagaré en los calificativos del Ejecutivo ni en los de la oposición. Los que se frotan las manos por llenar la caja son el presidente de la Diputación, Javier García Prieto, y el corregidor de León, Francisco Fernández. Uno vende terrenos en San Isidro y el otro recoge la morterada del polígono de La Lastra. Los que van a aplaudir son los acreedores del municipio. Después de un quinquenio, ¡por fin!, van a cobrar.