Los sordos no son escuchados

HACE años existían muchos colegios para personas sordas en todo el territorio nacional, pero con el paso de los años estos colegios fueron cerrando sus puertas para dar paso a lo que se ha denominado «integración» y que supuestamente iba a dar mejores resultados que el anterior programa educativo. En los antiguos colegios para personas sordas se les enseñaban oficios, habilidades sociales y se le ayudaba para su futura integración, y eso funcionaba. De hecho la mayoría de las personas sordas que cursaron estudios en esos colegios en la actualidad están trabajando e insertados con normalidad en la sociedad. En cambio, la nueva generación que ha estudiado en colegios de integración está teniendo muchos problemas para acceder al mundo laboral e incluso en sus relaciones sociales. La tan buscada y proclamada integración no está dando resultado, los niños sordos no cuentan con todo el apoyo necesario en las aulas para poder seguir el mismo ritmo de sus compañeros oyentes con lo cual van acumulando un retraso que a la larga les impide continuar con sus estudios superiores. Y debido a esto se aíslan poco a poco y comienzan a tener sólo contacto con otros niños sordos que estudien en su mismo colegio. Con el paso del tiempo y cuando han cumplido los cursos de enseñanza obligatoria o alcanzan la edad de 16 años abandonan sus aspiraciones de seguir estudiando e intentan hacerse un hueco en el mundo laboral, cosa imposible por otra parte, debido a que no cuentan con cualificación necesaria ni pueden llegar a conseguirla, porque su nivel educativo es bajo y con unas carencias notables. Muy pocas personas sordas acceden a la universidad y por supuesto no es porque su capacidad intelectual no sea la adecuada, sino porque no cuentan con la preparación necesaria desde sus primeros años de colegio. Los cursos ocupacionales que se ofertan para la población, no cuentan con un intérprete de Lengua de Signos Española, lo que anula ya a las personas sordas a la hora de acceder a casi cualquier tipo de formación compensatoria. Sobre el papel, el término Integración Escolar queda muy bonito, pero está demostrado que la eficacia no es lo que se esperaba. Es más que necesario que se tomen cartas en el asunto y que se pueda buscar una solución o de seguir estaremos impidiendo que muchas personas sordas puedan ejercer las profesiones que realmente les gustaría hacer. Desde pequeños nos dicen que las personas somos iguales y con los mismos derechos, pero cuando creces te das cuenta de que las cosas no son así y que desgraciadamente, y aunque vivimos en el siglo XXI, muchos son los sectores que sufren discriminación y que se sienten olvidados. En ese sentido las personas sordas nos sentimos apartadas de muchas ventajas y somos conscientes de que en la mayoría de los casos es por el desconocimiento de la comunidad sorda, porque realmente la tecnología y los avances ya podrían conseguir nuestra igualdad. La integración escolar resulta obligatoria, pero ¿qué pasa más adelante con la integración laboral? Muchos son los empresarios que no cumplen con la ley y no contratan personas discapacitadas en sus empresas, en ese punto se debería hacer más presión sobre los infractores de esta Ley sobre la Igualdad, porque están impidiendo el acceso a muchas personas al mundo laboral. Las personas sordas no sienten esa integración en las empresas, parece que el problema de la comunicación es una barrera insalvable tanto para los responsables de la empresa como para los propios compañeros, y por lo tanto son los últimos en acceder a cubrir demandas de empleo. Con motivo del Día Mundial de las Personas Sordas, celebrado el pasado 26 de septiembre se han tratado en todas las asociaciones de España temas como el que en esta carta exponemos y que preocupa enormemente, la solución no sabemos cuál es, pero si hay algo claro es que de esta manera no se puede continuar y no estamos diciendo que no se haga nada por los sectores con más riesgo de exclusión, sino que hay que hacer más. Hoy sábado 2 de octubre, a las doce de la mañana, se celebrará una manifestación en Segovia a la que acudirán personas de toda la Comunidad de Castilla y León para pedir, una vez más, el reconocimiento de la Lengua de Signos Española como lengua oficial puesto que es la lengua natural de las personas sordas y su método de comunicación. Las personas sordas pretendemos seguir luchando por nuestros derechos y no pararemos hasta conseguir la tan deseada igualdad, pero necesitamos apoyo y la ayuda necesaria para que todos seamos escuchados y entendidos por quienes durante muchos años se han olvidado de nosotros.