Diario de León
Publicado por
CARLOS CARNICERO
León

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HAY personas que prefieren un liderazgo matizado, tamizado y envuelto en un sándwich de tutelas. Mariano Rajoy parece que es una de ellas o, de lo contrario, tendríamos que deducir que no ha sido capaz de encontrar la suficiente dosis de autonomía para librarse de los patrocinios que le envuelven. No cabe duda de que la sombra de José María Aznar, desde la presidencia de honor del Partido Popular que hoy se le va a otorgar formalmente en el congreso d elos populares, va a tener una traducción mediatizadora de las decisiones de Mariano Rajoy. El nuevo líder del PP está rodeado de la viaja guardia pretoriana de su antecesor. Los ex ministros Acebes y Zaplana no han hecho un solo gesto para distanciarse de su pasado reciente ni para demostrar que su lealtad a Mariano Rajoy está por encima de sus querencias hacia quien les hizo alguien en la política. Además está Alberto Ruiz Gallardón. Increíble su manejo de los tiempos, las oportunidades y los escenarios. Aprovechó la coyuntura de la alcaldía de Madrid para convertir unas palabras de bienvenida a la ciudad que acoge el cónclave de su partido en un manifiesto político de que otro Partido Popular es posible y que él está,como siempre, en la línea de salida para ocupar el podio. Ni un recato. Se permitió ser autocrítico, pero, naturalmente, con otros: con la política del ex presidente José María Aznar que él no diseñó y que además se encargó de decir por todas las esquinas que no la compartía. ¿Qué es lo que hace, entonces, Mariano Rajoy? El presidente del Partido Popular, sencillamente, ha optado por colocarse el salvavidas y una camiseta con la inscripción de «superviviente». Con los tiempos que corren, con el PSOE imbuido en su condición de modernizador de la sociedad española y unprestigio creciente de que por primera vez hay en España un político que cumple lo que dice, Mariano Rajoy se ha puesto una chaqueta cómoda, de andar por casa, unas zapatillas que no le saquen callos y se dispone a fumar un puro en el bar del Congreso de los Diputados cada vez que una sesión templada le deje media hora para leer noticias tranquilizadoras sobre la paz interna en su partido. Mariano Rajoy a hecho suyo el viejo dicho de que «lo importante es estar vivo» y en medio del inmenso sándwich de intereses y poder en que se ha convertido el Partido Popular se ha marcado un objetivo adecuado a su carácter sosegado. Mariano Rajoy, da la impresión, de que lo quiere es sobrevivir.

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