El fondo de la cuestión

EL RÉGIMEN cubano es autoritario, viola los derechos humanos y mantiene presos de conciencia, por lo que ningún demócrata puede manifestar comprensión alguna ni hacia el sistema ni hacia el dictador. Hecha esta afirmación, es manifiesto que en las posturas actualmente enfrentadas del PP y el PSOE hay ingredientes subjetivos que no sólo impiden la cooperación de ambos partidos en este asunto sino que provocan la actual confrontación: la mala relación actual del Gobierno socialista con Washington genera cierta lenidad hacia La Habana, basada en el hecho cierto de que el castrismo se ha nutrido del bloqueo norteamericano. En todo caso, las estrategias ocasionales no deberían ocultar el fondo de la cuestión: nunca hay argumentos para justificar el totalitarismo.