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León

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LA pregunta quedó escrita en el aire: «¿Estamos o no a tiempo de recuperar los restos de los Principia (cuartel general de la Legio VII)?». El hallazgo arqueológico de la calle San Pelayo, en el vergel de una casa capitular que data del siglo XIV, ha sido el acontecimiento más celebrado del II Congreso de Arqueología Militar Romana en Hispania, clasurado ayer en León. Pero la respuesta ni siquiera quedó en el aire (denso, sucio, chispeante... al final del debate). En el Aula Magna de Filosofía y Letras no había ningún político, ni del Ayuntamiento, ni de la Junta, dispuesto a escribir una frase para la historia de la ciudad. Los arqueólogos dejaron claro que los restos de los Principia -su Aedes o templo, posiblemente- «son importantísimos». Sin duda es una decisión política -lo ha sido en Astorga- preservar el patrimonio arqueológico de León en sótanos que, poco a poco, hilen la historia de la ocupación romana de León durante más de cuatro siglos o limitarse a la conservación «intelectual», elitista, al fin y al cabo, de los hallazgos. Hace falta visión de futuro para mirar más allá de la dos joyas -Catedral y San Isidoro- al hablar de patrimonio en la ciudad y en este momento, por primera vez, se han puesto los ojos en la muralla, olvidada hasta hace dos días; los palacios están de estreno (no sabemos donde está la permuta por Don Gutierre), el museo de León va a tener sede después de siglo y medio de existencia... Pero ante la arqueología hace falta algo más: coraje y compromiso para sortear las tempestades de la especulación urbanística.

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