Cerrar

DESDE LA CORTE

Aires de crisis en el Gobierno

Publicado por
FERNANDO ONEGA
León

Creado:

Actualizado:

PUEDE PARECER absurdo y superficial, pero los ciclos del optimismo/pesimismo del gobierno son tan limitados, que se quedan en semanales. Esta semana toca pesimismo. Si se apuran un poco los términos, toca incluso sensación de crisis. Ésta es la palabra más ajustada cuando las dificultades afectan a varios ministerios y a puntos cruciales de la vida nacional. Primer frente: Defensa. ¿Qué ha pasado entre el jueves y el viernes? El jueves, José Bono anunciaba al Congreso que al día siguiente se produciría la destitución de dos responsables militares por el Yak 42. Pasó el viernes, y nada. El Consejo le ha devuelto el marrón : que lo resuelva en su ámbito. Además, no quiere saber nada de depuración militar: las responsabilidades han de exigirse también fuera de ese estamento. Y al final, se inventa una disculpa: se procederá a una «profunda reorganización del Estado Mayor». ¿Qué pasa? ¿Que esa reforma, no prevista el jueves, se le ocurrió a Bono de la noche a la mañana? Demasiado burdo. Aquí hay una mayor crisis de fondo que deja al ministro en un ridículo papel. Segundo frente: Vivienda. Se extendió el rumor de dimisión de la ministra Trujillo. Quizá no sea verdad. Pero sí es cierto que sus traspiés y autodesmentidos presentan un perfil político de fuera de juego, con descrédito que afecta a todo el Gabinete. El diagnóstico es cruel: se ha hecho un ministerio sin competencias. Mejor dicho: con competencias cedidas a las autonomías. El mejor destino ni siquiera es el cambio de ministra. El mejor destino es el cierre. Tercer frente: las prisiones. No es un problema de hoy. Tiene raíces en el año 2001, en pleno mandato del Partido Popular. Pero, cuando un medio informativo reveló las prácticas de los reclusos musulmanes, la señora Gallizo optó por atacar al mensajero y acusarlo de xenofobia. Hoy, la realidad le pasa factura: esas prisiones denunciadas, que la directora general no veía son enn realidad el auténtico vivero de «formación profesional» de los nuevos terroristas. Cuarto frente: Economía. Pedro Solbes es un excepcional ministro. El que inspira más confianza al inversor. Pero acaba de entrar en un bache: después de negar la incidencia del precio del petróleo en el crecimiento económico, se ve obligado a rebajar las previsiones nada menos que en siete décimas. ¿Desconocimiento? ¿Imprevisión? No lo sé. Pero ha aumentado la desconfianza en el futuro. Por si todo esto fuera poco, llega el pacto de última hora con Esquerra Republicana. Ya sabemos que, para salvar los Presupuestos, se pacta incluso con el diablo. Pero ERC ha conseguido demostrar cuán imprescindible resulta para mantener este gobierno. Y no es, no parece, el mejor aliado cuando se trata de demostrar seguridad y estabilidad.

Cargando contenidos...