LA VELETA
Una gran foto
DESDE el primer momento de su convocatoria, el foro de los veinte presidentes ha merecido unas cuentas expectativas y esperanzas, así como la oposición de la oposición, como sí cabía esperar de otra manera, Ángel Acebes, se escucha decir a los propios populares, probablemente no es el secretario general que merece un partido con casi diez millones de votantes y con una relación de militantes cotizantes que supera a cualquier otra fuerza política. Acebes, con bastante probabilidad, es, de momento, el gran error de Rajoy, o acaso de Rajoy y Aznar, por esta vez, y sin que sirva de precedente, coincidentes en algo: en elevar de categoría a quien, por encima de cualquier otro mérito y después de todo, era ministro del Interior cuando la gran tragedia del once de marzo. Muchos analistas han puesto de relieve el gran precedente: Arias Navarro era ministro de la gobernación cuando ETA asesinó a Carrero Blanco. Arias Navarro fue ascendido a jefe del gobierno de Franco después de que éste proclamara el increíble «no hay mal que por bien no venga». Pues bien: Acebes, desde el momento que Rodríguez Zapatero tuvo la iniciativa de la Conferencia se obsesionó con el estrepitoso fracaso que tendría que ser esta reunión. Sus presidentes del PP no podían estar ausentes, naturalmente, no podían situarse siquiera en la duda que padeció Ibarretxe durante algunos días, ni podían desairar al Jefe del Estado, Rey Juan Carlos. Pero sí podían ser reiterados y obstinados opositores, por ejemplo, al orden del día propuesto por el convocante: a lo sumo, dijeron Acebes y alguno de los suyos, saldrá de esa reunión una fotografía. ¿Es poco una fotografía que muestra reunidos al Rey, el jefe del gobierno de la Nación, los presidentes de las 17 Comunidades Autónomas que integran España, más los alcaldes-presidentes de Ceuta y Melilla? De momento, es una de las fotografías políticas de mayor relieve y significación de nuestro tiempo, por cuanto expresa la España autonómica de la Constitución y el claro propósito de que esos diecisiete presidentes no sean figuras de escasa relevancia, como en etapas anteriores. No hay precedente, y eso posiblemente pueda molestar al PP de la foto de las Islas Azores, al PP de la catástrofe del Prestige, al PP de la trágica colina de Trabson o Trabisonda, al PP de la tragedia de los trenes de cercanías, al PP de la boda de Anita Aznar. Sólo son cinco fotografías, pero que resumen toda una época. Probablemente la que rechazaron los votantes del 14-M. Ah, la importancia de una fotografía como resumen y reflejo de un tiempo concreto y específico.