Sentados

LA REVUELTA contra la telebasura ha comenzado. ¿Ha comenzado? Sí, al menos en los despachos. Comisiones, comités y foros se han reunido y han sentado las bases para ponerse de acuerdo para empezar a trabajar (largo me lo fiáis...). Haciendo oidos sordos a aquellos maledicentes que aseguran que un comité es el lugar común donde los expertos se sientan y debaten, sobre todo se sientan, resulta que leer los índices de audiencia de las últimas semanas lleva a la esperanza de que no todo está perdido. A la cabeza de las preferencias de los televidentes, las series con ingenio. Aparece el inevitable gran hermano, aunque por debajo de la información del tiempo. Claro, que Ana y los 7 está por encima de la meteorología. Pero no están entre los programas más vistos las series casposas que aletargan la sobremesa ni los descorazonadores despieces del bajo vientre contante y sonante. Los próceres de la cosa pública y la televisiva se unen bajo la bandera de la protección al menor, aunque la salud mental del país merecería también un esfuerzo por proteger al adulto enajenado. Pero algo es algo. En cualquier caso, un comité se sienta para sentar las bases de lo que debemos absorber los telespectadores cuando nos sentamos ante el televisor. ¿No será pasividad en exceso? ¿No acabaremos con el cerebro acolchado como culo de secretaria? ¡Arriba los traseros, y con ellos la capacidad crítica y el pensamiento propio! Un bonito eslogan para sacudise las caspas y los corazones partíos al peso y dar un paso adelante hacia el aire puro. Existe vida más allá de la pantalla.