Trauma y oportunidad

NOVIEMBRE comienza con una fuerza que abruma. Pocas horas después de que se confirmase la reelección de George Bush, saltaba la noticia de que Arafat agonizaba. Con su desaparición se cierra un largo capítulo de la historia palestina marcada por el sangriento conflicto con Israel. Una contienda endemoniada condicionada por el cruel diálogo de las armas y donde se han ido enterrando tantas buenas intenciones. La desaparición del «rais», toda una referencia internacional , constituye un trauma para la causa palestina, pero, al mismo tiempo, se abre la posibilidad de contemplar el futuro de otra forma. Es hora de que se redoblen los esfuerzos internacionales, y ahí la Unión Europea tiene un papel muy relevante, para que, de una vez, se abran caminos para la paz.