EL BALCÓN DEL PUEBLO
Más enanos en el circo
EL GUIÓN puede ser el siguiente: el pasado jueves el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, compartió mesa y mantel con dirigentes de la UPL. Los servicios oficiales de intoxicación filtraron a los medios de comunicación que la cena fue multitudinaria. Algo así como que era, prácticamente, para cerrar el acuerdo de nuevo gobierno en el Ayuntamiento de León. La intoxicación incluía como comensales a Javier García-Prieto, presidente de la Diputación, y al ex corregidor Mario Amilivia. Al día siguiente, viernes, concejales de la UPL, y de forma contundente Alejandro Valderas, desmienten que exista crisis alguna en el pacto leonesista con el PSOE. Por su parte, Javier García Prieto y Mario Amilivia también desmienten que hayan estado en la cena. Éste último e Isabel Carrasco dan una rueda de prensa para publicitar las enmiendas populares a los Presupuestos Generales del Estado -piden 112 millones más para León- y discrepan públicamente sobre el próximo congreso provincial del partido, que se celebrará el 18 de diciembre. Hasta aquí los hechos probados. El guión. En resumen: alguien quiso montar el circo y le crecieron los enanos. El tiro salió por la culata. Lo primero a destacar es que existe una estrategia de rumores e intoxicaciones que terminará volviéndose contra quienes la diseñan. Pasa siempre en las conspiraciones: tienen éxito a corto plazo, dejan con el culo al aire a sus autores a medio plazo y acaban engulléndolos a largo plazo. En este caso no estamos ante una conspiración. Es legítimo que el PP aspire a recuperar la Alcaldía. Fue el partido más votado en las elecciones municipales y nadie puede reprocharle la ambición de recuperarla. La clave está en cómo lograrlo. Involucrar a la presidencia de la Junta en desestabilizar al Ayuntamiento de León sólo puede acabar desprestigiando todavía más a la Junta de lo que ya está en León. Pase lo que pase e independientemente de los resultados finales. Y por último: si Herrera quería dejar constancia palpable de su apoyo a García-Prieto y a Amilivia en el plano orgánico del partido -es tiempo precongresual- no ha conseguido el objetivo. Bastaba con oir ayer las declaraciones radiofónicas de Isabel Carrasco para constrastarlo. En los últimos años de José María Aznar en la presidencia del Gobierno se produjo un fenómeno que contagió a todos los populares. No distinguía entre las instituciones que representaba, su partido y sus deseos e intereses personales. Mezclar los tres asuntos lo está haciendo también Juan Vicente Herrera. Ese no es el buen camino. Como no lo es tampoco utilizar a la Junta para colocar al hermano del ex-ministro de Defensa, Federico Trillo, en un puesto perfectamente innecesario para los ciudadanos. Al circo del pacto le siguen creciendo los enanos. Hay quienes esperan que mañana Zapatero haga algún gesto para consolidar a Paco Fernández en el sillón de corregidor. Aunque le estén mirando a los ojos nadie verá el guiño. Rodríguez Zapatero, acompañado de media docena de ministros, celebrará aquí la cumbre bilateral hispano-alemana, con el canciller Gerard Schröder y su equipo. León, otro día más desde la llegada de ZP a la presidencia del Gobierno, es titular de primera página. Y para bien.