La casa por el tejado

HACE bien el ministro Montilla en puntualizar: antes de hablar de empleos o resultados del Inteco, el instituto en el que los leoneses han embarcado (de nuevo) sus esperanzas de arrancar rumbo al desarrollo, vamos a decidir qué demonios es el prometido proyecto. El responsable de Industria fue claro ayer en León: «Si fuéramos a hacer un auditorio, ya sabríamos cómo actuar, porque ya existen otros auditorios. Pero vamos a hacer un instituto tecnológico de la comunicación, que será referente a nivel nacional, canalizará las inversiones en I+D+i en el sector, convocará los esfuerzos de la iniciativa privada y tal y cual. Como hoy por hoy no existe nada igual, lo primero es definir en qué consistirá». ¿Y en qué consistirá? Pues ya veremos, vino a contestar el ministro. Eso sí, ya se están dando los primeros pasos para crear un grupo de estudio. Salga lo que salga, vino a decir también el ministro, se ubicará en un edificio de altas prestaciones y no más bajas condiciones arquitectónicas. Queda por decidir con qué se llenarán tan llamativos diseños. No es que los leoneses estemos mosqueados de tanto proyecto que se lleva el viento. Si hemos aguantado durante años el tejemaneje de escaleras hacia el desarrollo que se apoyan sobre las nubes del desencanto, ahora estamos dispuestos a dar mucho más que un voto de confianza a un presidente cuya voluntad de cumplir los compromisos adquiridos parece clara. Pero sería bueno que el gran proyecto leonés fuera concretándose de alguna forma. ¿No venía ayer a eso el ministro?