Gracias, Boadella

ALBERTO BOADELLA, «bestia negra» del pujolismo, ha rechazado la Cruz de Sant Jordi con la que el «tripartito» catalán quería homenajearle. La razón es inobjetable: por mucho que Boadella coincida ideológicamente con la nueva mayoría que gobierna la Generalitat de Cataluña, es claro que la aceptación de dicha distinción habría de tener contrapartidas. Y este cómico, dicho sea en el mejor sentido de la palabra, pretende mantener intacta su autonomía personal, su capacidad de crítica, su inocencia de espíritu. Ya se sabe que los poderosos siempre quieren comprar al artista que tiene una visión superior de la realidad; pero, como puede verse, todavía hay artistas despiertos e incorruptibles. Gracias a ellos, el mundo sigue girando alrededor de su eje.