De Riello al aeropuerto

RIELLO es el municipio omañés acotado por el PP para Cipriano Elías, su corregidor, y cuya presencia en el Palacio de los Guzmanes es una constante en las últimas legislaturas. Más o menos igual que el Páramo y la camarca bañezana para Ramón Ferrero, o la ribera del Esla para Matías Llorente, o antes la Maragatería para José Agustín González, alias Jhony. Riello salió vivo de su ahogo bajo las maromas líquidas del embalse de Omaña. Aquella campaña tenaz, «Omaña insumergible», movió voluntades políticas y administrativas. Y la comarca sigue a flote. La capitalidad de su municipio fue escenario de una cena informal azul. Objetivo: atornillar la candidatura de Isabel Carrasco como futura presidenta del PP leonés en el Cogreso Provincial que se celebrará en nuestra ciudad dentro de un mes justo. O sea: que todo cambie para que sigan mandando los mismos. La avalaron, además del presidente provincial, José María López Benito, los siete que cortan el bacalao en las comarcas, así como Luis Aznar, un fontanero de lujo que ahora dirige la Agencia de Protección Civil de Castilla y León. Los asistentes, según relata Juan Vázquez y he contrastado personalmente, están a bloque con Isabel Carrasco. La consideran como la persona idónea para dirigir el partido tras las últimas derrotas electorales. No todos, pero sí la mayoría. Quedan células durmientes, la del Bierzo como más numantizada, en el PP que no han anticipado su apoyo. Se verá tras el C ongreso Regional del fin de semana. La cena de Riello se me antoja como una juramentación para sellar la lista única en favor de Isabel Carrasco. Y como un pulso, no sólo a Mario Amilivia y a Javier García Prieto. También a Juan Vicente Herrera. Creo que después del Congreso Regional de este fin de semana habrá bronca. En pocos días veremos, si es que se plantea, cómo se resuelve el pulso. Desde la dirección regional no ha teminado de admitirse el golpe de mano. Su candidato ideal era Javier García Prieto. Pero le cortaron las alas con una estrategia brillante y desconcertante. Incluso con deslealtades de sus diputados. Hoy por hoy, la vieja guardia del PP se ha adelantado en varios cuerpos de ventaja. Pero no todo está sellado. Para sellar otros desencuentros garrafales estuvo ayer en León el director de Aena, Manuel Azuaga. Accedió a cumplir todas las reivindicaciones del consorcio que vela por el aeropuerto leonés: horario, depósito de combustible, hangares para los aviones de Lagun Air y más aceleración en la ampliación de las pistas e instalación del sistema ISL de aproximación. Gracias a la presión ejercida por todos, ha quedado en evidencia la deficiente gestión del director del Aeropuerto de La Virgen del Camino. Ha tenido que tomar cartas en el asunto el presidente de Aena. El asunto ya se había convertido en un problema político. Poco queda que vocear desde este balcón del pueblo. Quizá tan sólo anunciar a bombo y platillo nuestra felicitación a Chemo Ibérica por instalarse en León. Dentro de nueve meses -un feliz parto- inaugurará su planta en Villaquilambre. Es otro grano que ayuda a llenar el silo.