EL BALCÓN DEL PUEBLO
Más tanza al barbo
EL GOBIERNO ha optado por dar más tanza al barbo. Alargó hasta el próximo día 22 de diciembre el plazo para presentar alegaciones a la propuesta de asignación de emisiones atmosféricas, según exigencias del Protocolo de Kyoto. Es una primera señal de flexibilidad que debe ser considerada. Ahora bien, apuntado lo anterior, también hay que decir que el secretario de Estado de la Energía, Antonio Fernández Segura, se vio obligado ayer, ante las reacciones producidas, a dar la cara. Declaró que la futura producción nacional de carbón no tenía nada que ver con las centrales térmicas que existieran y la asignación de las cuotas de emisión. Eso es, evidentemente, insostenible e incoherente. Por poner un ejemplo: Si Unión Fenosa decide que no le es rentable la central térmica de La Robla con las cuotas asignadas, ¿dónde se va a quemar el carbón de la Hullera Vasco Leonesa? ¿Se va a transportar a Gijón?. Está claro que no. No admite réplica que lo que hagan las eléctricas que queman el carbón incide directamente en el futuro de la minería. Parece claro que la reacción ha sorprendido a este secretario de Estado que hasta ahora se dedicaba en exclusiva al gas y a Hunosa. Un plan de asignación asumible pasa por distinguir las centrales que queman carbón nacional y las que queman carbón de importación. Entre las que tienen un proyecto de modernización y de instalación de dispositivos anticontaminantes y las que no lo tienen. Desde luego, las centrales térmicas que consumen carbón nacional y tienen proyectado modernizarse con las tecnologías punteras anticontaminantes deben contar con absoluta prioridad y preferencia frente a las otras centrales de carbón o las que se quieran poner de gas. El Gobierno no cumple con dar más tanza al barbo. Su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, sabe que la minería leonesa tiene completamente justificada su continuidad desde el punto de vista económico. Conoce que las ayudas que recibe son notablemente inferiores a las aportaciones que hace a las arcas públicas. Y sobre todo: Que la extinción o reducción importante de la minería supondría una catástrofe para toda la economía y la sociedad leonesa. Aquel grito de «¡No nos falles!» que escuchó en Ferraz tras ganar las elecciones es un auténtico clamor hoy en León. Y en Palencia. Y en Asturias. Pero miremos al interior, no mar adentro. Hay que reconocer que los firmantes de la moción de censura en el Ayuntamiento de León -mañana cambiará el signo de gobierno- han tenido un éxito considerable al fijar la atención en las inexistentres contrapartidas a Rodríguez de Francisco por un pacto que nunca existió. Así evitaban responder o aclarar las contrapartidas reales que Mario Amilivia ha prometido a Rodríguez de Francisco con el aval de Juan Vicente Herrera. Vuelvo a clamar en el desierto, que es igual que hacerlo en el páramo leonés: Es indispensable que los ciudadanos de León sepan antes de que se vote la moción de censura en qué consiste el pacto. Están obligados a aclararlo tanto Mario Amilivia como Juan Vicente Herrera. Pero no van a decir ni pío.